El expresidente salvadoreño Mauricio Funes (2009-2014) aseguró hoy que no recibió fondos para su campaña provenientes del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil ni de empresarios de ese país suramericano.
"Ni Vanda (Pignato, ex primera dama de El Salvador) ni yo, siendo candidato, tuvimos relación con empresas brasileñas. Tampoco mi campaña recibió donaciones de alguna de ellas", afirmó Funes, quien se encuentra asilado en Nicaragua, en su cuenta personal de Twitter.
Según el diario brasileño Folha de Sao Paulo, Odebrecht afirmó ante la Justicia que una parte del dinero ilícito destinado al PT se dedicó a la campaña presidencial de Funes.
De acuerdo con fuentes cercanas a la investigación, a las que tuvo acceso el diario, la compañía aseguró que la ex primera dama de El Salvador Vanda Pignato, brasileña y militante del PT desde los años ochenta, intermedió para conseguir 3,5 millones de reales (unos 1,5 millones de dólares) de dinero negro.
El dinero, según los delatores, fue otorgado por Odebrecht al publicista Joao Santana, quien comandó la campaña que llevó al poder a Funes en 2009.
Funes, investigado en su país por supuesta corrupción, sostuvo en otro mensaje que su campaña no recibió donaciones de empresas brasileñas.
"Si Oderbrecht pagó servicios profesionales a Santana ese es un asunto entre ellos", continuó.
Según relata Folha, el dinero fue descontado de la caja B que el exgobernante Partido de los Trabajadores mantenía con la constructora, ambos implicados en el gigantesco escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.
El descuento de dinero de la caja B, de acuerdo con las mismas fuentes, fue autorizado por el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien apoyó la campaña de Funes.
La revelación se enmarca dentro del acuerdo que Odebrecht firmó con la Justicia para ofrecer detalles sobre el caso de corrupción a cambio de una reducción de pena de medio centenar de ejecutivos de la compañía, entre ellos Marcelo Odebrecht.
La delación ha sido calificada por los medios de comunicación brasileños como la "confesión del fin del mundo", ya que se sospecha que el relato de altos ejecutivos de la compañía y del propio Odebrecht podría alcanzar al primer escalón de la política brasileña.
Al respecto, Funes comentó que conoció a ejecutivos de Oderbrecht siendo presidente en viaje oficial a Brasil. "Durante la campaña nunca tuve contacto con esta empresa", insistió.
Asimismo, consideró que "en Brasil se está abusando de la delación premiada (declaración criteriada) para perseguir a la izquierda y salvar el pellejo de empresarios".
"Las declaraciones de testigos criteriados que adulteran los hechos con tal de lograr una reducción de la condena no constituyen prueba", valoró.
El exmandatario salvadoreño invitó a la Procuraduría de Brasil y a la Fiscalía a "investigar lo que quieran y no encontrarán ninguna evidencia de donaciones de ese país a mi campaña".
Odebrecht, un gigante con 168.000 empleados, ha asegurado que no comentará el proceso de delación premiada.
Con información de: EFE