Quince años después de las revueltas en contra de la política económica del gobierno de Fernando De la Rúa que acabaron con una treintena de muertos, miles de argentinos salieron a las calles en marchas pacíficas para recordar esta página negra de la historia de su país que tuvo lugar en 2001.
De la misma forma que la gente ocupó las calles el 19 y 20 de diciembre hace 15 años, argentinos pertenecientes a distintas organizaciones políticas, sindicales y estudiantiles salieron a las calles ayer y hoy en memoria no solo de una severa crisis política, sino de la muerte de 39 personas durante dichas protestas.
Por ello, mantuvieron la constante petición de "juicio y castigo" a los responsables materiales, intelectuales y políticos de los asesinatos de manifestantes que se registraron durante las protestas sociales de diciembre de 2001, entre los que se encuentra, a su criterio, el propio expresidente De la Rúa.
Tampoco faltaron los manifestantes que denunciaron que la situación actual tiene sus semejanzas con aquella fatídica fecha y responsabilizaron a las políticas del actual presidente, Mauricio Macri.
Tras "15 años de aquella rebelión (…) las circunstancias y las condiciones que nos movilizaron entonces siguen vigentes con un distinto escenario a nivel nacional, continental y mundial pero con las mismas necesidades para la clase trabajadora", aseguró a Efe María del Carmen Verdú, una de las marchantes hoy y militante de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi).
La crisis económica, que detonó con la creación del denominado "corralito" bancario, provocó saqueos a supermercados y, ante las distintas movilizaciones populares, el entonces presidente decretó el 19 de diciembre el estado de sitio.
De la Rúa había asumido ya con una situación delicada, tras una década de políticas neoliberales bajo el mandato de Carlos Menem (1989-1999) y con una política monetaria (el "1 peso = 1 dólar") convertida en una bomba de relojería. La enorme deuda externa presionaba también para ahogar al país.
La decisión no frenó las protestas que se sucedían al grito de "que se vayan todos" y el 20 de diciembre la Policía reprimió a los manifestantes que quedaban en la Plaza de Mayo de Buenos Aires, donde murieron 5 personas y 117 resultaron heridas.
Por la noche, De la Rúa renunció y abandonó en helicóptero la Casa Rosada, sede del Ejecutivo argentino, aunque su dimisión no acabó con la crisis política y llevó a una situación de acefalia presidencial.
Tras esta renuncia, cinco presidentes se sucedieron en pocos días hasta que el 2 de enero de 2002 el Parlamento designó jefe del Estado al senador peronista Eduardo Duhalde (2002-2003).
En mayo pasado, ocho expolicías y un exfuncionario fueron condenados a prisión por la muerte de los cinco manifestantes en la Plaza de Mayo en un juicio en el que, por otra parte, seis acusados fueron absueltos y dos resultaron sobreseídos.
De la Rúa fue excluido de ese juicio por una decisión de la Cámara Federal de Casación, que consideró que el entonces mandatario actuó legítima y constitucionalmente.
Ese dictamen fue apelado por los querellantes, pero en 2015 fue confirmado por la Corte Suprema.
Con información de: EFE