Un refugiado sirio de 46 años apareció muerto este sábado en el campamento de acogida de Moria, en la isla griega de Lesbos, en lo que constituye el segundo fallecimiento en este centro durante esta semana.
Según los medios locales, el hombre ingresó ya cadáver en el hospital de Mitilene, la capital de la isla, donde se le está practicando la autopsia.
En ese mismo campamento falleció un egipcio de 22 años por motivos desconocidos el pasado martes.
Al día siguiente en la isla de Samos, un iraquí de 41 años murió en un hospital tras sufrir una crisis cardiaca en el centro de acogida en el que se encontraba desde comienzos de diciembre junto a su esposa y tres hijos.
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El refugiado había informado de que padecía de hipertensión y diabetes, y de que llevaba un mes sin tomar medicinas, según el periódico Efimerida ton Syntaktón.
En tan solo dos semanas se han registrado además siete intentos de suicidio en ese mismo campamento, cuatro de los cuales se produjeron tan solo el pasado miércoles.
El invierno inusualmente frío ha empeorado mucho las condiciones de vida de los refugiados en Grecia, especialmente en las islas, donde la situación es de extremo hacinamiento y las autoridades locales se niegan a abrir nuevas instalaciones y exigen el traslado de los inmigrantes a la parte continental.
La situación ha disparado las críticas contra el Gobierno griego por no preparar de forma adecuada los centros para afrontar el invierno.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) reprochó esta semana al Gobierno heleno de no dar luz verde para que se instalen en el campo de Moria en Lesbos casas prefabricadas, que ya están listas para su uso, y permitir que centenares de personas vivan en tiendas de campaña.
Con información de EFE