Los pasajeros de vuelos nacionales en Brasil se encontraron este lunes con largas filas de espera en algunos de los principales aeropuertos. La Agencia Nacional de Aviación Civil (Anac) ha ordenado inspecciones corporales y de equipaje más rigurosas en trayectos domésticos, parecidas a las de los vuelos internacionales.
Las medidas no responden, según la agencia, al temor por posibles amenazas terroristas en los Juegos Olímpicos que Río de Janeiro acoge en agosto, sino que se trata de una actualización para adecuarse a la reglas globales.Según un informe publicado a finales de mayo por la revista brasileña Veja, la principal preocupación de los servicios de inteligencia son los lobos solitarios, más que los atentados organizados
Entre las medidas que desde el lunes aplica Brasil a vuelos domésticos está la posibilidad de inspecciones corporales a los viajeros (incluidos niños) realizadas por agentes del mismo sexo. También será obligatorio sacar los ordenadores portátiles y otros dispositivos electrónicos de las maletas de mano y mochilas, algo que hasta ahora no se pedía siempre. Después de pasar por los rayos X, el equipaje de mano podrá ser revisado a mano por la seguridad del aeropuerto.
La Anac pide que quienes planeen viajes domésticos lleguen a los aeropuertos con una hora y media o dos de antecedencia, y asegura que la situación se normalizará los próximos días.
El cambio ha resultado en largas filas en el Aeropuerto de São Paulo-Congonhas o el Aeropuerto Santos Dumont (Río de Janeiro). Varios pasajeros acudieron a las redes sociales para quejarse por los tiempos de espera (dos horas para embarcar) y los retrasos, aunque los datos de la Secretaría de Aviación Civil difundidos el lunes por la mañana muestran datos dentro de lo normal: de los 603 vuelos domésticos programados para este lunes, 18 fueron atrasados y 15 cancelados.
Con información de El País