Un equipo científico del Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud de la Universidad Pompeu y Fabra de Barcelona (UPF) y el Instituto de Biología Evolutiva (IBE), centro mixto de la UPF y el CSIC, ha descubierto las causas genéticas últimas del envejecimiento humano.
Este proceso de envejecer supone un reto para el sistema de salud pública y es un enigma científico que fascina a los biólogos evolutivos. De momento ninguna teoría ha logrado explicar sus causas y tampoco está claro cuál será su impacto global sobre la salud humana.
El nuevo estudio ha usado todos los datos acumulados durante una década de investigación sobre las bases genéticas de las enfermedades complejas (desde el párkinson al cáncer, pasando por la diabetes) para poner a prueba las diferentes teorías evolutivas de la senectud.
Para empezar, los científicos han considerado si los marcadores para cada enfermedad tienen un efecto en la juventud o en la vejez. La distinción es muy importante ya que si una mutación tiene consecuencias nocivas en la vejez, nuestros genes ya se habrán traspasado a la descendencia y la selección natural no podrá actuar. Los resultados de este estudio muestran que la frecuencia y el efecto de las mutaciones que causan enfermedades en la vejez son mayores que las que causan enfermedades a una edad temprana. "Hemos encontrado un umbral evolutivo a los 40-50 años, edad biológicamente significativa porque limita el período reproductivo", dice Arcadi Navarro, antiguo profesor de investigación ICREA en la UPF.
Con información de Muy Interesante