La desigualdad en la redistribución de la riqueza y el aconsejable rediseño de una estrategia de desarrollo en Panamá, fue tema de estudio por la estadounidense Universidad de Harvard, el cual publicó este viernes la prensa local.
Una investigación titulada Cambiando esclusas: un diagnóstico de crecimiento de Panamá, alertó que la desaceleración en el crecimiento económico istmeño podría indicar que algunos pilares están cediendo y propusieron promover sectores de mayor complejidad, destacó el diario La Estrella.
Desde el año 2012 comenzó la moderación del Producto Interno Bruto (PIB), lo que el informe refiere que pudiera no ser una señal negativa, pero analiza que la expansión estuvo marcada por la creación de infraestructuras que impulsó la ampliación del Canal de Panamá, recién concluida.
‘La construcción no residencial, principal componente de la demanda de ese sector en Panamá, no puede crecer indefinidamente a una velocidad mayor que la del resto de la economía’, refirió el análisis y destacó el 18 por ciento de incremento anual del sector, lo que triplicó su incidencia en el PIB.
Cuestionó que ese escenario fue a costa de las industrias manufacturera, pesquera y agrícola, principalmente de esta última, cuya participación en el PIB cayó del 4,6 por ciento al 2,5 en una década, aunque emplea al 16 por ciento de la fuerza laboral de la nación.
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A su vez, el explosivo despegue constructivo absorbió parte de la mano de obra agropecuaria no calificada, lo que ayudó a ciertos avances en la reducción de la pobreza y la desigualdad social, pero Harvard alerta del riesgo a un retroceso.
Los estudiosos sugieren promover actividades que releven a la construcción y permitan que el país crezca a un ritmo sostenido, que deberán basarse en actualizar habilidades, conocimientos y capacidades productivas, estrategias necesarias aplicar también en las provincias para favorecer el desarrollo inclusivo.
Como obstáculo a los avances en este sentido, el informe menciona la baja calidad de la educación y las restricciones para la mano de obra inmigrante, uno de los obstáculos para las multinacionales y medianas empresas extranjeras que se asientan en las zonas francas y especiales.
Tales prácticas ‘presuntamente dirigidas a la protección de los trabajadores panameños, están impidiendo que el país desarrolle la base de habilidades que necesita para seguir diversificando su economía y crecer sostenidamente’, opinaron los especialistas.
Este es un tema de debate social, en el cual hay evidentes muestras de xenofobia estimulada por controvertidos criterios de que los foráneos sustituyen a los locales en el mercado laboral, que son rechazados por los empleadores.
Con información de Prensa Latina