El gobernante Partido Popular (PP) español abrió su décimo octavo Congreso, que confirmará el liderazgo de Mariano Rajoy, también presidente del Gobierno y del que también saldrá la línea política de la formación para los próximos años.
Presidente del principal partido de centroderecha en España desde 2004, Rajoy vivirá probablemente su congreso más plácido, puesto que en 2008 un sector le cuestionó tras dos derrotas electorales ante los socialistas y en 2012, ya en el Ejecutivo español, la cita congresual tuvo lugar en medio de una fuerte crisis económica e impopulares medidas de ajuste.
"Mañana, mañana", dijo Rajoy a su llegada a la Caja Mágica, el recinto deportivo madrileño en el que se celebra el congreso cuando fue preguntado por una de las escasas incógnitas de esta reunión: ¿quién será su "número dos" en el PP?.
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Y es una incógnita menor, puesto que todos los analistas apuntan a que mantendrá en el cargo de secretaria general a Dolores de Cospedal, que está con él desde 2008, aunque la dirigente podría perder alguna competencia para permitir que asuma con operatividad el puesto de ministra de Defensa, que ejerce desde hace tres meses y de ese modo también comparta poder en el PP.
Rajoy es un político poco aficionado a la polémica y al ruido, por lo que en el congreso se abordarán sin estridencias algunos de los temas que han protagonizado las enmiendas de los delegados a los texto.
Entre ellos figura el poner límites a la acumulación de cargos -lo que afectaría a Cospedal-, limitar mandatos en cargos públicos y fijar la posición en materias sensibles, como la maternidad subrogada o "vientres de alquiler" y el aborto.
Dado que en el PP conviven sectores de la derecha tradicional con segmentos más liberales en lo social lo probable es que se busquen textos que satisfagan a todos, aunque sean genéricos.
En un artículo que publicó hoy en el diario "El Mundo", Rajoy afirma que en este congreso, que se cerrará el domingo, habrá "una renovación de sus estructuras y una puesta al día de su proyecto y su ideario. Es una evolución natural que tiene como único fin el ser más útiles a los españoles".
Entre los retos de España, el líder conservador cita el desafío a la unidad y a las leyes de la nación "por algunos dirigentes de la Generalitat (gobierno regional) de Cataluña", así como la consolidación del Estado del bienestar, la educación, la igualdad real entre hombres y mujeres o la amenaza terrorista.
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Rajoy también contrasta la difícil situación de España en 2012, año del último congreso de su partido, con la realidad de hoy, pero recalca que aún falta consolidar y extender la recuperación económica para que llegue a todos los españoles.
En este contexto de tranquilidad apenas se recuerda el portazo que hace algunas semanas dio el histórico líder del centroderecha español y exjefe de Gobierno José María Aznar, quien anunció que renunciaba al puesto de presidente de honor de los populares y mostraba sus diferencias con el actual equipo dirigente.
Y el otro lunar para el PP es que el responsable de una red de corrupción vinculada al PP, Francisco Correa, fue condenado hoy a trece años de cárcel por irregularidades en contrataciones públicas en Valencia, en el marco de la llamada "trama Gürtel".
Este caso tiene varias vertientes judiciales, por lo que el PP tendrá que convivir con ello en los próximos tiempos y su nombre aparecerá vinculado a supuestos delitos como pago de comisiones o contabilidad irregular cometidos por dirigentes o empresarios afines.
La propia Cospedal, en su informe de gestión, admitió hoy que su partido tardó en reaccionar ante algunos casos de corrupción y le faltó agilidad, aunque añadió que ya ha aplicado medidas para evitar ese problema.
EFE
