La oposición venezolana insiste en su pedido a la comunidad internacional, especialmente a Estados Unidos, que aumente sus presiones al gobierno de Nicolás Maduro para lograr una transición política, pero analistas discrepan sobre la efectividad, firmeza y rapidez de esos apoyos, a pesar de medidas recientes como la revocatoria de licencias petroleras por parte de la administración de Donald Trump.
Con poco más de un mes en el poder, Trump anunció recientemente que su gobierno revocaría las licencias de operaciones petroleras en Venezuela autorizadas por el expresidente demócrata Joe Biden.
Según explicó el presidente Trump, Maduro incumplió un acuerdo de recepción de migrantes deportados desde Estados Unidos, así como los pactos político-electorales firmados en Barbados con sus opositores gracias a la mediación de países extranjeros.
La suspensión de licencias fue aplaudida por María Corina Machado, líder de la oposición, en la clandestinidad dentro de Venezuela. “Es un gran paso y envía un mensaje claro y firme de que Maduro está en graves problemas y que el presidente Trump está con el pueblo venezolano”, dijo, horas después de conocerse la medida, en una entrevista con el hijo del presidente, Donald Trump Jr.
“Esto es lo correcto (…) el pueblo venezolano, en este momento, siente que no estamos solos”, insistió, enfatizando el apoyo de Trump a “la causa de la libertad” en Venezuela.
Semanas antes, algunos voceros de la oposición se mostraron críticos con la suspensión de programas migratorios para cientos de miles de venezolanos en Estados Unidos y además con la reunión entre el enviado especial norteamericano Richard Grenell y Maduro, en el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas.
Esta semana, la Casa Blanca reiteró que el presidente Trump "ha dejado muy clara su posición" de que "se opone al régimen de Maduro", luego que Grenell dijera en una entrevista que Trump “no quiere un cambio de régimen” en Venezuela.
Previamente, Edmundo González, líder opositor que dice haber ganado la elección presidencial del año pasado con amplia ventaja con base en las actas de votación, había remarcado desde su exilio la importancia de que el mundo siga presionando a Maduro.
En enero, días luego de que Maduro se juramentase como gobernante por otro período de seis años a pesar de las denuncias opositoras de fraude electoral, González pidió “más presión” a la comunidad internacional para lograr un cambio político.
“Este es el único lenguaje que entienden”, afirmó el dirigente, que dijo estar por iniciar la tercera fase de su gira en el extranjero, que ya lo ha llevado a Perú, Panamá, República Dominicana, Uruguay, Argentina, Estados Unidos y algunos países europeos.