Hasta hace apenas unas semanas, la vacuna rusa Sputnik V era una posibilidad remota para gran parte de América Latina.
El Político
México se convirtió en uno de los primeros países en el mundo en cerrar un trato con Pfizer e iniciar su campaña de vacunación. Argentina era de los pocos que avanzaba en las negociaciones por la Sputnik V.
Entonces, Rusia puso en órbita su principal vacuna, con la esperanza de distribuir más de 300 millones de dosis antes de que termine el año, un esfuerzo en el que el Gobierno de Alberto Fernández ha tenido un papel protagónico y que México ve ahora con esperanza tras los resultados de su eficacia ante el ingente desafío que tiene por delante con su plan de vacunación, reporto El País.
Vacuna Sputnik marcada por la polémica
La irrupción de la Sputnik V (la V es de vacuna) en el escenario latinoamericano ha estado marcado por la polémica. Tras acordar el envío de 20 millones de dosis a Argentina, 10 millones a Venezuela y 24 millones a México, afloraron todo tipo de cuestionamientos: desde las dudas por la falta de información científica publicada en Occidente en el momento que se cerraron los primeros acuerdos y los dardos políticos para criticar la gestión de la pandemia, hasta los miedos y delirios que rayan las teorías de la conspiración.
“Recuerden que lleva un chip comunista y castrochavista”, advirtió un usuario de Twitter. “Es la vacuna barata, por eso la eligió el Gobierno”, acusó la senadora mexicana Lilly Téllez.
“Es una gran estafa”, dijo la dirigente de la oposición argentina Elisa Carrió, que denunció al presidente Fernández por posible “envenenamiento” de la población. La propia Embajada rusa en México publicó en sus redes la semana pasada que era blanco de una campaña de “desinformación”.
Vacuna Sputnik "muy segura"
Los resultados preliminares del ensayo publicado este martes, realizado con 20.000 participantes —de los cuales el 75% recibió la vacuna y el resto recibió placebo—, muestran que solo 16 enfermaron de covid sintomática entre los vacunados (el 0,1%) y 62 entre los no vacunados (1,3%).
La publicación de estas cifras ha dado un nuevo impulso a la inmunización frente al escepticismo inicial de la comunidad científica internacional. Con la Sputnik V, Rusia aspira a mantenerse en el primer pelotón de la carrera científica; un juego reservado para las grandes potencias.
La vacuna “es un buen negocio, con un componente humanitario claro”, dijo el presidente ruso, Vladímir Putin, en octubre a un grupo de magnates rusos, a los que animó a invertir en la producción y sumarse a una oportunidad empresarial que podría suponer 100.000 millones de ingresos en todo el mundo, según aseguró.
En varios países más
Además de a Argentina, México o Bolivia, Rusia ha colocado la vacuna a una docena de países más, entre ellos Bielorrusia, Serbia, Israel o Emiratos Árabes; y tiene preacuerdos con otros más.
La Sputnik V ocupa el tercer puesto mundial en dosis ordenadas por países de ingresos medios y bajos, según los datos del Centro de Innovación en Salud Global de la Universidad de Duke, por delante de las que considera sus principales competidoras: la inmunización de Pfizer – BioNTech y la de Moderna.
“La pandemia no hizo más que afianzar la distribución de poder en el sistema internacional con bloques como Estados Unidos, Europa, China”, comenta Stephan Sberro, profesor del Instituto Tecnológico Autónomo de México, “aunque la gran sorpresa ha sido Rusia”.
Argentina aprobó la vacuna
El 23 de diciembre, Argentina se convirtió en el segundo país del mundo en aprobar la Sputnik V, por detrás de Bielorrusia.
El ente regulador argentino emitió un comunicado en el que recomendaba “autorizarla de emergencia” para ciudadanos de entre 18 y 60 años.
Un día después, la comitiva argentina regresó del segundo viaje con ese primer cargamento de 300.000 dosis de la vacuna rusa; las primeras en ingresar a América Latina.
Ese expediente digital con cientos de páginas que el Gobierno argentino se trajo de Moscú y tradujo para presentar al ente regulador es el que se llevó la comitiva mexicana de su viaje a Buenos Aires y posteriormente presentó ante el regulador mexicano.