La imagen de Alberto Fernández se desgasta, a un año de ser electo. El manejo de la pandemia comenzó bien. Pero la larga cuarentena y su impacto en la economia le resta puntos al mandatario argentino.
El Político
El escenario económico es la principal causa por la que Alberto Fernández se desgasta. Los indicadores de pobreza en alza demuestran una mala gestión de la crisis. La disminución de la clase media, que ahora está empobrecida, es un punto negativo.
"Sin duda, este gobierno está pasando por una situación inédita a nivel global, regional, y a nivel país” a causa de la pandemia, dice el analista político Luis Tonelli, en una entrevista concedida a DW.
Agrega que, si se hace un balance específico, se ve que al gobierno de Fernández y su vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner, le cuesta encontrar un rumbo político-económico.
Según encuestas la imagen de Fernández se deteriora
Los argentinos se quejan de "la cuarentena más larga del mundo". Para colmo de males, las medidas contra el COVID-19 han golpeado severamente a diferentes sectores económicos de Argentina.
Las protestas no han faltado. El reclamo es por la pérdida de empleos y la inflación que se devora al peso. Las encuestas reflejan la pérdida de popularidad y el desgaste del mandatario a un año de ser electo.
La caída en la aprobación del presidente argentino es evidente. Su popularidad es de 43%. Pero la desaprobación es superior y llega al 47%. Esto representa 3 puntos más de desaprobación que lo obtenido en la medición de septiembre. Los datos corresponden a Poliarquía. En abril de 2020, el apoyo a la gestión de Fernández superaba el 80%. Parecía que tenía buen manejo de la pandemia y de la economía.