"Una población agotada, una oposición débil y fraccionada y un gobierno al que solo le interesa permanecer en el poder cueste lo que cueste" son la realidad de Venezuela. La solución a estos asuntos urgentes sólo es posible si los países aliados y los líderes venezolanos se unen. Así lo plantea el académico Juan Ignacio Brito, especialista en política internacional.
El Político
"Nadie sabe qué hacer con Venezuela". Con esta frase comienza su reflexión Juan Ignacio Brito, profesor de la Facultad de Comunicación e investigador del centro Signos de la Universidad de los Andes. Señala que la migración, que afecta a las naciones vecinas, puede ser el punto de partida de una alianza.
En su más reciente análisis de la situación, en Diario Financiero, plantea que: Estados Unidos duda entre el acercamiento y las sanciones; la Unión Europea promueve el diálogo y castiga a los dignatarios del régimen.
Por otro lado están Rusia e Irán, que utilizan a Venezuela como trampolín para poner un pie en el patio trasero de EEUU; China invirtió fuerte y ahora le cuesta recuperar lo que gastó.
En ese juego, América Latina oscila entre el halago y la condena. Tal vez esta ambiguedad se debe a que la izquierda parece tomar terreno en los gobiernos regionales. Aunque no está tan claro, como él mismo advierte. A veces se trata de gobiernos de izquierda con agendas de derecha…
Juan Ignacio Brito | Hispanoamérica: gobiernos de izquierda, agendas de derecha https://t.co/pA88BAwNhb
— Carmen De Carlos (@CarmenDeCarlos) April 10, 2023
"Mientras el mundo no decide si en Venezuela hay galgos o podencos, el otrora país más rico de la región se hunde cada vez más en el fango", advierte.
Ordenar la casa
Plantea Brito que "el problema, por supuesto, parte por casa. La sociedad venezolana parece incapaz de deshacerse de una dictadura que controla todas las manijas del poder. Los intentos por sacudirse de ella han fallado y no parece que la situación vaya a cambiar, ni siquiera con la perspectiva de las elecciones presidenciales programadas para 2024. Privados de una solución, más de 7 millones de ciudadanos han optado por votar con los pies y dejar el país".
Y luego señala una de las grandes verdades de la situación actual, en la cual pareciera que a ningún país vecino le importa la tragedia venezolana. Pero bien describe el académico: “Enfrentados a una crisis migratoria que los aqueja a todos, los países de la región están obligados a negociar con Caracas para conseguir que cese el flujo de migrantes”.
Advierte que, si el cambio no se genera desde adentro, es casi imposible que provenga de afuera. Y hace un recuento de las iniciativas fracasadas, tales como el Grupo de Lima, la fallida Operación Cúcuta de 2019 y "el irrelevante reconocimiento internacional al expresidente encargado Juan Guaidó".
La izquierda cómplice
Afirma Brito que "Maduro y su pandilla son hábiles y han sabido dividir a la región para debilitar la presión externa. Cuentan con el apoyo de una izquierda latinoamericana que, casi sin excepciones, prefiere respaldarlo".
Destaca los halagos que le dirigió Lula da Silva en Brasilia recientemente. Señala que los críticos, como el presidente chileno Gabriel Boric, no pasan de las palabras a las acciones. Es por eso que América Latina no logra concebir una política común para tratar con Venezuela, porque hay diferencias ideológicas.
El académico llama a ser pragmáticos y a jugar con las cartas que hay.
La dura crítica de Estados Unidos a Lula por respaldo a Maduro: 'Las cosas como son' ► https://t.co/ojwJTni4AD
Washington también elogió a Gabriel Boric y Luis Lacalle Pou por refutar al presidente brasileño. pic.twitter.com/VwbEQWWqjV
— EL TIEMPO (@ELTIEMPO) June 1, 2023
La migración no distingue colores políticos
En vista de que la unión por motivos nobles como los derechos humanos y la democracia parece difícil, el académico plantea una salida creativa. Hay que hablar de poner fin a la migración, pero la única forma de lograrlo es que Maduro salga del poder.
"Es un problema que ha devenido en un tema de seguridad que está afectando a la región completa y necesita solución urgente, pues provoca trastornos sociales en cada uno de los países que reciben a los migrantes", señala. Agrega que "donde la ideología ha fracasado, quizás sirva el interés nacional. No hacen falta condenas ni elogios, sino soluciones".
#ULTIMAHORA | La #ONU confirma que el éxodo masivo de #venezolanos aumentó a 6,8 millones de migrantes
Solo #Colombia aglutina 2,48 millones de #venezolanos, le sigue #Perú con 1,22 millones#Ecuador: 502.000#Chile: 448.000#Brasil: 358.000
Y la lista sigue por 17 países más. pic.twitter.com/A33GlE3KBL
— Juan Carlos Escalona (@Juan11743384) August 28, 2022
Para concluir, Brito señala que "América Latina no puede seguir dividida para tratar un tema que desestabiliza a la región entera. Es hora de dejar la ideología de lado y trabajar en una solución pragmática de la cuestión venezolana".
Fuente: Diario Financiero