La decisión de Jihad Diyab de no recibir este sábado atención médica en el Hospital de Clínicas dejó "perplejo" a Christian Mirza, quien oficia como interlocutor entre el gobierno y los exrecluso de Guantánamo.
"Realmente fue una actitud contradictoria", dijo Mirza a El Observador y señaló que en la noche del viernes él había logrado un acuerdo con Diyab para que fuera trasladado el sábado al Hospital de Clínicas, y así realizó todas las coordinaciones. Sin embargo, una vez en el centro asistencial, se negó a recibir atención y por esa razón volvió a su apartamento con un alta "contra voluntad médica", según dijo la directora del hospital universitario, Raquel Ballesté.
El exrecluso de Guantánamo inició una huelga de hambre hace un mes y hace una semana dejó de consumir líquidos como forma de protesta hasta que el gobierno uruguayo le asegure que podrá dejar el país. En la tarde del viernes se comunicó con su familia vía Skype.
"Él había aceptado ser internado. No quería hacerlo en la noche del viernes sino en todo caso el sábado. El viernes yo me fui de su casa con ese entendimiento y dejando en claro que la internación sería respetando su medida de huelga de hambre pero con la intención de que fuera monitoreado", dijo Mirza.
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Ballesté indicó que Diyab "está lúcido y consciente" aunque muestra "claros signos" de caquexia (pérdida de peso y de masa muscular) debido a la cantidad de días que lleva sin consumir alimentos ni líquidos.
"Estuve preso bajo tortura durante 13 años por culpa del gobierno de Estados Unidos, que llegó a un arreglo con Uruguay. Me trajeron con la promesa de ver a mi familia y siguen jugando el mismo juego que estaban jugando en Estados Unidos, con más torturas y más prisión aquí en Uruguay", señaló Diyab, según la traducción de uno de sus amigos, en un video que grabó esta semana.
El viernes el canciller Rodolfo Nin Novoa dijo a Subrayado que se cursó un pedido a Estados Unidos y a la oficina para los refugiados de la ONU para que ayuden a Uruguay a buscar un país árabe que reciba a Diyab.
Con información de El Observador
