Hay dos caras que se han convertido en las figuras visibles en la crisis en torno a Ucrania: Vladimir Putin y Joe Biden.
El Político
Ambos lideran las dos potencias que en realidad se enfrentan en una especie de Guerra Fría 2.0 que amenaza con escalar en los próximos días.
Rusia y Estados Unidos juegan una partida en la que Kiev simplemente se parece haber convertido en la pieza clave, reportó La Patilla.
Para Moscú, Ucrania es la joya de la corona en el ideario pos soviético del Kremlin; para Washington se ha convertido en el elemento propicio para revitalizar la OTAN tras el fracaso en Afganistán.
Pero más allá de los presidentes, la crisis incluye a muchos nombres que son igual o más importantes que ellos.
Joe Biden y Vladimir Putin
Necesitan poca presentación ambos. Vladimir Putin lleva en el poder de forma ininterrumpida desde el 2012 como presidente ruso, y antes ocupó el cargo de primer ministro, después de haber sido también presidente entre el 2000 y el 2008.
Su régimen es uno de los más firmes a lo largo del mundo y ha convertido Rusia en una autocracia que pelea por ser una potencia mundial pero que todavía no tiene la capacidad económica de China o Estados Unidos. A cambio, quiere ser un actor estratégico clave a través de la presencia militar.
Biden atento a la situación
En el otro lado está Joe Biden. El que fuera vicepresidente de Obama llegó a la Casa Blanca tras imponerse a Donald Trump en 2020 y desde entonces su popularidad ha estado en entredicho.
A nivel internacional, de hecho, su principal golpe fue la retirada fallida de Afganistán, que precisamente puso en entredicho el liderazgo global de EE UU.
Ahora, por tanto, confrontan dos formas de ver el mundo: Putin quiere un esquema de esferas de influencia; Biden busca que Estados Unidos no pierda el puesto de cabeza del dibujo mundial, y todo ello pese a que su prioridad no iba a ser Rusia sino China.
Otros actores en la crisis
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, es, ni más ni menos, que un outsider de la política. Y es ese perfil alejado de la corrupción el que le hizo ganar las elecciones en 2019.
Zelenski no está en la órbita de Putin y su posición es muy delicada en esta crisis. No obstante, desde el inicio ha tratado de trasladar un mensaje de calma a los ciudadanos y mantiene niveles de aprobación más que aceptables.
Anthony Blinken es una figura fundamental en el lado de Estados Unidos. El secretario de Estado de Biden ya ocupó puestos de responsabilidad internacional con Barack Obama y ahora, de facto, es quien lidera las negociaciones diplomáticas con Rusia para tratar de encauzar la crisis.
Su carrera es innegable y ha trabajado con Bush y con Clinton, aunque han sido las delicadas situaciones que ha enfrentado EE UU en Afganistán y ahora en Ucrania las que le han puesto en primera fila. Es, con todo, la mano derecha de Joe Biden.
Sergei Lavrov es la voz de Moscú en el mundo se escucha a través de un diplomático de Rusia Unida, el partido gobernante, que tiene muchísimo callo en situaciones delicadas. De hecho, fue el representante de Moscú ante Naciones Unidas durante diez años (entre el 2004 y el 2014).
El ministro de Exteriores ruso ha jugado un papel fundamental en anteriores crisis de este nivel, como la guerra de Siria o el inicio precisamente del conflicto con Ucrania y la anexión ilegal de Crimea, en 2014. Es uno de los pocos hombres de confianza de Vladimir Putin, que mantiene un séquito muy cerrado.