La Administración Biden, anunció que ha puesto fin a acuerdos con tres países de Centroamérica —Guatemala, Honduras y El Salvador.
El Político
Acuerdos firmados por la administración del exmandatario Donald Trump para poder deportar allí a migrantes que buscaron asilo en Estados Unidos.
Uno de estos tratos, firmado con Guatemala, llevaba suspendido casi un año por la emergencia sanitaria por el coronavirus.
Los acuerdos con El Salvador y Honduras, en cambio, nunca se implementaron, según explicó el Departamento de Estado, reportó Telemundo.
Administración Biden los conoce como ‘de tercer país seguro’
Estos pactos, conocidos como ‘de tercer país seguro’, requerían que los solicitantes de asilo que habían pasado por esos países antes de llegar a la frontera de Estados Unidos buscaran protección allí primero. Así, se pretendía reducir el volumen de ingresos al país por la frontera.
Esta medida se suma a varias otras que Biden y su Gobierno han anunciado en materia migratoria en los primeros días en el cargo y que están dirigidas a revertir políticas anti-inmigrantes de su antecesor.
“Estados Unidos ha suspendido e iniciado el proceso para terminar los Acuerdos de Cooperación de Asilo con los Gobiernos de El Salvador, Guatemala y Honduras como los primeros pasos concretos en el camino hacia una mayor asociación y colaboración en la región trazada por el presidente Biden”, dijo el secretario de Estado Antony Blinken.
Medida para los migrantes en la frontera por la Administración Biden
Desde que se implementó el acuerdo con Guatemala fueron deportados allí unos 945 migrantes.
Muchos de ellos no eran ciudadanos de ese país, sino de los vecinos El Salvador y Honduras; pues los tratos firmados con Estados Unidos lo permitían.
Nadie obtuvo asilo hasta enero de este año, y la gran mayoría siquiera intentó solicitarlo.
Se destaca como Guatemala sea un país muy poco preparado para gestionar solicitudes de protección internacional y ofrecerla; ya que tiene, así como sus vecinos, otros problemas como pobreza y violencia.
Administración Trump sin frontera abierta
El Gobierno quiso dejar claro que el fin de esos pactos, sin embargo; “no significa que la frontera de Estados Unidos esté abierta", según dijo Blinken.
Pero manifestó la intención que cambiar manera de abarcar las migraciones procedentes de Centroamérica —en gran aumento en los últimos meses después del parón por la pandemia— respecto a cómo lo hacía la Administración Trump.
La idea es ayudar a los países de procedencia de los migrantes —golpeados; además que por la crisis sanitaria global del COVID-19 y por problemas estructurales de violencia y pobreza; también por los recientes desastres naturales provocados por el paso de los huracanes Eta y Iota— a desarrollar oportunidades de una mejor vida para sus ciudadanos y así evitar que sean obligados a emigrar.
Inmigrantes cruzan la frontera y quedan liberados
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador; reveló tras la primera llamada por teléfono con el nuevo mandatario estadounidense que Biden se comprometió a destinar 4.000 millones de dólares para impulsar el desarrollo de Honduras; El Salvador y Guatemala y frenar así la migración forzada.
Estados Unidos también tenía un acuerdo con México desde principios de la pandemia para que este país aceptara a migrantes expulsados; por el vecino del norte en cuanto cruzaran la frontera con la justificación alegada del riesgo sanitario que supondría acogerlos en su propio sistema de recepción de extranjeros.
Pero una reciente ley mexicana ha provocado un cambio sustancial de la situación en la frontera; ya que establece que el país ya no va a aceptar a familias o menores no acompañados devueltos por Estados Unidos.