Cada día, 20 mil extranjeros llegan a Chile a través del aeropuerto Arturo Merino Benítez. Después de los trámites de inmigración, la primera imagen que reciben del país es la de decenas de voceadores (llamados "hacheros") que les ofrecen servicios informales de taxis, que pueden llegar a costar hasta el triple que un viaje de un vehículo autorizado ($25 mil).
Según relata hoy El Mercurio, este tipo de prácticas, protagonizadas por unos 100 "hacheros" identificados por la concesionaria Nuevo Pudahuel, siguen ocurriendo en el aeropuerto, pese a que hace tres años se formó una mesa de trabajo, integrada por representantes de Obras Públicas, Transportes, Carabineros, Intendencia y la Municipalidad de Pudahuel, que buscaba enfrentar el problema ordenando el sistema de taxis.
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La idea era reservar una vía exclusiva y prohibir que se recoja a pasajeros en los accesos del terminal, en los pisos uno y tres. Sin embargo, tres años después, el problema persiste.
Para revertirlo, la concesionaria Nuevo Pudahuel implementará una iniciativa de $150 millones, según explica su gerente general, Nicolás Claude.
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