Eran las 9:10 de la noche del 20 de marzo cuando Davielis Chacón llegó muerta a la emergencia pediátrica del Hospital Universitario Dr. Manuel Núñez Tovar de Maturín. Tenía tres meses de nacida y un cuadro de desnutrición.
Provenía del sector Los Cocos, parroquia San Simón, una zona que hace más de un año recibió el beneficio del Barrio Nuevo, Barrio Tricolor del Gobierno nacional. En el reporte policial se asentó que la lactante fue trasladada en una moto, su madre la llevaba cargada en sus brazos y envuelta en una sábana.
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Roxana Chacón llegó pidiendo ayuda, pero el personal de guardia informó que no pudieron hacer nada pues su hija ya no tenía signos vitales. En la comunidad, los vecinos explicaron que la niña no era bien alimentada y que es el segundo bebé que pierde la familia por esta misma causa. El Pitazo no pudo comunicarse con la familia de la bebé.
Se trata del quinto deceso de este mes del que se tiene conocimiento. Los dos anteriores ocurrieron el 16 y 20 de marzo, siendo las víctimas lactantes de 11 y 5 meses, respectivamente. El de 11 meses residía en Temblador, municipio Libertador, al sur de Monagas.
Lactantes hospitalizados
En un área del servicio de Pediatría, en el segundo piso del hospital de Maturín, hay tres bebés recluidos con un cuadro de desnutrición severo. Uno de ellos es Gabriela Conde, de 8 meses, quien pesa 5 kilos y tiene un mes recluida en el centro asistencial.
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El 17 de febrero tuvo vómito y diarrea con sangre. Su abuela, Yudith Martínez, la llevó al Hospital Luis González Espinoza de Punta de Mata, municipio Ezequiel Zamora, y allí le indicaron metronidazol. La mujer afirma que el tratamiento no le cayó bien, su nieta se hinchó y por eso le colocaron albúmina humana cuando tres días después la remitieron al Núñez Tovar en vista de su gravedad.
“Ella mejoró con la albúmina, pero aquí (hospital) le hicieron una transfusión de sangre y empeoró”, afirmó. Martínez explica que a la niña le aparecieron unas manchas en la piel, parecidas a una quemadura, que no han cicatrizado.
Al respecto, el jefe del servicio de Pediatría Abel Flores, negó que las lesiones en la piel fueran una consecuencia de la transfusión. Indicó que lo que padece la niña se llama pelagra, una enfermedad causada por falta de vitaminas, caracterizadas por manchas en la piel y afecciones digestivas.
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Gabriela está bajo el cuidado de su abuela, pues su mamá está trabajando en Brasil desde hace un mes. La abuela, quien tiene seis meses de embarazo, contó que la joven no ha podido regresar por falta de efectivo y sobre la alimentación de la lactante, dijo que era en base de agua maíz cariaco y sopas.
Vía: El Pitazo
