Un adagio popular asegura que amistad y dinero es igual a agua y aceite, y esto es a lo que Donald Trump juega con la orden Ejecutiva. Pues, ahora los chavistas sancionados tienen que decidir si siguen a poyando a Nicolás Maduro o si se revelan para lograr acceder a las fortunas que reunieron tras 2 décadas en el poder
El Político
Tengo el poder y tú vas a tener que aceptar mis condiciones, es el mensaje que envía Trump al régimen que hoy dirige Venezuela. Y al Chavismo y Maduro no le queda de otra que recibir una gran dosis del tratamiento que tanto les gusta aplicar: Imponer sus condiciones gracias a la ventaja que les da poseer el poder.
Sin tener otra opción que seguir el ritmo que toca Trump, el ministro de comunicación de Maduro, Jorge Rodríguez, asistió a las negociaciones auspiciadas por Noruega, con la misma exigencia que llevó a la mesa de diálogos de República Domicana: Que Estados Unidos levanté las sanciones personales impuestas a los funcionarios del régimen chavista acusados de violaciones a los Derechos Humanos, corrupción o narcotráfico.
Las medidas para resolver el caos económico en el que se encuentra Venezuela no era un punto prioritario a tratar por el oficialismo, lo esencial era que se las sanciones personales se levanten a cambio de mejorar las condiciones de participación electoral.
En ese entonces no encontraron más que una negativa y realizaron las elecciones presidenciales, en mayo de 2018, donde su control no generaría otro resultado que Maduro reelecto.
Un año después, la historia se vuelve a repetir, los chavistas piden que se les levanten las sanciones de Estados Unidos, pero ahora son más amplias y la lista de funcionarios, familiares, socios y testaferros que desean trasladarse con libertad y usar su dinero mal habido, es más larga.
Sin embargo, la Casa Blanca se mantiene firme en su posición y hasta ha dejado ver su intención de imponer más sanciones. John Bolton y Elliott Abrams han sido claros, las restricciones no serán removidas mientras Maduro siga ocupando la presidencia.
Y luego del informe la expresidenta de Chile Michelle Bachelet, Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, en el que deja ver parte de la trágica situación que atraviesa Venezuela, Europa no tiene otro remedio que seguir el camino de Trump, sancionar a más integrantes del régimen.
Y este escenario impediría a las altas esferas del chavismo resguardar al menos 200 mil millones dólares, según lo que ha declarado Elliott Abrams, que concuerda con las cifras mencionadas por tres exministros de Chávez.
Aunque no es una movida segura, apunta a lo que une el chavismo: el amor por el dinero fácil. Y ahora dudan si volver o no al diálogo. Claro todavía pueden presentar resistencia pero al menos, en esta oportunidad, tienen mucho que perder.
Fuente: Al Navio