Alemania está en el ojo del escarnio público, luego de que una asociación profesional sobre sexualidad y pareja, Pro Familia, fuera objeto de críticas tras publicar una recomendación para que las guarderías implementen “salas de exploración corporal”.
El Político
La noticia comenzó a rodar luego de que el diario BILD revelara que una guardería de la región de Hannover, había enviado a los padres y madres un correo electrónico con una lista de diez normas en las que se explicaba cómo se animaría a las criaturas en la “sala de exploración corporal” a “acariciarse y examinarse” a sí mismas y entre ellos.
“Todos las criaturas, especialmente las de preescolar, son conscientes de los lugares en el centro en los que pueden tener lugar la desnudez y la exploración corporal”, dice el correo. “Cada menor decide por sí mismo si quiere jugar a juegos físicos y sexuales y con quién. Las niñas y los niños se acarician y examinan mutuamente solo en la medida en que les resulte cómodo a ellos y a los demás niños y niñas”, según confirmó Bild.
Representates de los niños, horrorizados con la noticia declararon para el medio mencionado: “Mi hija tiene cinco años. No quiero que los niños la manoseen. Tengo otro hijo en otra guardería y no hay tal cosa". Otro padre también respondió: “Estoy destrozado. Nos dijeron que esto lo determinaba el Ministerio de Educación. Como padres, nos sentimos intimidados. ¿Qué opciones tienes si no quieres esto?”.
Esta no es la primera vez que se cuestiona una política recomendada por Pro Familia. La organización de educación sexual ha publicado repetidamente los trabajos de grupos de presión pro-pedófilos.
Por su parte, las autoridades alemanas, la oficina estatal de bienestar juvenil, específicamente, informó al Ministerio de Educación que el "concepto pedagógico de las salas de exploración física en las guarderías no puede durar, y que pone en riesgo el bienestar de la criatura".
Finalmente, el Ministerio de Educación respondió las múltiples solicitudes, poniendo fin al programa antes de que entrara en vigor, afirmando que este concepto educativo pone en peligro el bienestar del niño y no es duradero.