El Político.- Las cárceles de Venezuela, durante décadas ciudades intramuros de violencia, armas, drogas y delito, son objeto de la transformación del “nuevo sistema penitenciario”, un régimen diseñado por el Gobierno socialista para la construcción “del hombre nuevo”.
El coordinador general del OVP, Humberto Prado, explicó que estas condiciones de hacinamiento han aportado al deterioro de las condiciones de salud y seguridad de la población carcelaria.
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Asegura que en los penales venezolanos al menos 56 % de la población padece enfermedades de la piel, otro 21 % enfermedades respiratorias, y solo 30 % tiene salud plena. Mientras que los calabozos policiales, donde existen los mayores problemas de hacinamiento, han superado "más de 10,3 (veces) el límite inferior del hacinamiento crítico".
La organización no gubernamental Una Ventana a la Libertad denunció que hay 1.928 ciudadanos presos en centros de detención preventiva de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), en el territorio nacional.
La ONG aseguró que tuvo acceso a una data oficial que revela esta alarmante cifra, lo que demuestra que estas instalaciones no tienen la capacidad para albergar a tantos reclusos. “Hay 951reclusos en Distrito Capital, 22 en el estado Miranda, 5 en Mérida, 60 en Aragua, 107 en Carabobo, 38 en Falcón, 179 en Lara, 16 en Bolívar, 83 en Portuguesa, 108 en Anzoátegui, 198 en Zulia, 29 en Barinas, 9 en Cojedes, 83 en Táchira, 23 en Nueva Esparta y 17 en Monagas”, reveló Carlos Nieto Palma, coordinador general de la ONG y abogado.
“En Venezuela los privados de libertad se están muriendo de hambre, porque estos cuerpos policiales no tienen sustento para darle comida a los reclusos porque son lugares transitorios donde la gente debería estar solo 48 horas y no permanecer allí.”, dijo.