La propuesta del líder de los socialistas españoles, Pedro Sánchez, de intentar formar Gobierno acentuó este viernes el carácter nacional del cierre de campaña de los comicios regionales vascos y gallegos, una cita que los partidos afrontan como una oportunidad para desbloquear la situación política de España.
Fuentes socialistas aseguraron el pasado jueves que su líder propondrá el próximo 1 de octubre al Comité Federal del partido (PSOE) intentar liderar una alternativa de gobierno, tras el fracaso del líder del conservador PP y jefe del Ejecutivo en funciones, Mariano Rajoy, que ganó las elecciones con mayoría simple y necesita apoyos para ser reelegido.
Su objetivo es lograr un acuerdo con los liberales de Ciudadanos y Unidos Podemos (coalición de izquierdas), aunque ambos se vetan mutuamente y argumentan diferencias ideológicas irreconciliables.
Esta fórmula fue la misma intentada por Sánchez en marzo, cuando el Congreso rechazó su investidura y se repitieron comicios en España.
Con este trasfondo, la campaña electoral de País Vasco (norte) y Galicia (noroeste) vive este viernes su última jornada con un marcado acento nacional y con el último esfuerzo de los partidos para sacar músculo de cara a la nueva situación nacional que se presentará a partir del lunes.
Tras el cierre de campaña de este viernes, el próximo sábado se celebrará la jornada de reflexión que marca la ley electoral española y el próximo domingo, 2,7 millones de gallegos y 1,7 millones de vascos, están llamados a las urnas para elegir su parlamento regional.
Rajoy juega sobre seguro en uno de sus principales feudos, el gallego, donde su partido ha gobernado la región 24 años de las últimas tres décadas, y donde las encuestas le otorgan una renovada mayoría absoluta.
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No sucede así en País Vasco, donde los conservadores son una fuerza en retroceso frente a los nacionalistas, pero podrían ser necesarios en la formación de Gobierno, lo que obligaría a sus competidores a prestarle un apoyo puntual a la formación de un nuevo Ejecutivo en España.
"Lo que pretende Sánchez lo permite la aritmética, pero no la razón ni la voluntad de los españoles, y contra la razón y la voluntad de los españoles no se puede construir el futuro de este país", señaló hoy el presidente del Gobierno en funciones durante un mitin en País Vasco.
Votar a los populares es "garantía de defensa" del marco constitucional español, aseguró el líder conservador frente al ascenso de los nacionalistas que vaticinan los sondeos.
Desde un acto electoral en Galicia, el líder socialista sustentó la necesidad de un gobierno de alternativa en que a España le hace daño "un presidente del Gobierno que ampara y da cobijo a la corrupción", en referencia a los casos judiciales que implican al PP.
"Hay mucha presión hacia el PSOE (..) No nos vamos a abstener", reiteró Sánchez, que ve la cita del domingo como un test para calibrar su liderazgo y acallar a los críticos de su partido que le piden abstenerse para facilitar un Gobierno de Rajoy y sacar a España del bloqueo político que vive desde hace 8 meses.
Sánchez cree que los indecisos le ayudarán a derrocar las encuestan, que le pronostican la penúltima posición en ambas regiones, y a alzarse como socio de gobierno necesario en ambos Parlamentos regionales.
Esto le daría oxígeno para acudir al cónclave previsto para la semana que viene y pedir el aval de su partido para encabezar una alternativa de Gobierno.
Por su parte, el líder de Unidos Podemos, Pablo Iglesias, tachó este viernes de "absurdo" la fórmula de Gobierno que proponen Sánchez, e instó al socialista a que le llame para iniciar una negociación conjunta con los nacionalistas catalanes, algo que el PSOE rechaza por el desafío soberanista que impulsan los partidos de esta región.
"Quien va a decidir si hay terceras elecciones o no es Pedro Sánchez", aseguró este viernes el líder del partido emergente, que se ha convertido en pocos años en la tercera fuerza política nacional.
Los partidos españoles tienen cuarenta días para alcanzar un acuerdo e investir un presidente que forme un nuevo Gobierno, de lo contrario, se cumplirá la fecha marcada por la ley para convocar nuevas elecciones y España vivirá los terceros comicios en un año.
Con información de EFE