Los altos índices de inseguridad en Brasil le generaron pérdidas a las empresas nacionales por 130.000 millones de reales (unos 39.394 millones de dólares) a cada año, gasto que no sólo eleva los costos de producción en el país sino que encarece los productos, aseguraron hoy los industriales.
De acuerdo con un estudio divulgado por la Confederación Nacional de la Industria (CNI), las deficiencias en la seguridad pública reducen la competitividad del país y aumentan los precios de los productos para el consumidor.
La patronal calcula que los industriales dejan de invertir cada año 130.000 millones de reales tanto por las pérdidas que sufren por los robos de carga y el vandalismo como por los recursos que tienen que destinar para mejorar su seguridad privada.
En su estudio "Deficiencia en la seguridad pública reduce competitividad de Brasil", la CNI calculó las pérdidas que los industriales sufren por la inseguridad con base en un estudio del Banco Mundial que estimó lo que las empresas de cada país destinan a seguridad privada y a cubrir costos por el robo de cargas.
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De acuerdo con el Banco Mundial, con un 4,2 % de su facturación destinada a suplir las deficiencias de la seguridad pública, las empresas de Brasil figuran entre las que más gastan en el mundo por la criminalidad y la violencia.
Una escala elaborada por el organismo multilateral con 138 países ubicaba a Brasil el año pasado en una de las peores posiciones, con una nota promedio de 2,87 sobre 7, por debajo del promedio para América Latina (3,22) y de países como Haití, República Dominicana y Argentina.
La patronal de los industriales considera que la situación de Brasil pudo haberse agravado como consecuencia de la grave recesión que enfrenta el país, cuya economía se encogió un 3,8 % en 2015, su peor resultado en 25 años, y puede retraerse un 3,4 % este año según las últimas proyecciones.
"Como consecuencia de la crisis más personas perdieron su empleo y pasaron al mercado informal, que muchas veces es alimentado por productos piratas u oriundos del robo de cargas, lo que ayuda a estimular la violencia", aseguró el gerente de Estudios de Competitividad de la CNI, Renado da Fonseca, citado en el comunicado.
Para el dirigente empresarial, "la violencia es otro de los factores que afectan la competitividad brasileña".
Según la Confederación, las últimas estadísticas de criminalidad demuestran que la situación se ha agravado en los últimos años, tal vez como consecuencia de la crisis económica.
De acuerdo con las estadísticas citadas por el estudio, el número de robos y hurtos de carga en Brasil aumentó en un 64 % entre 2010 y 2015, hasta 20.803 casos el año pasado.
"Para protegerse, las empresas desviaron recursos para mejorar su seguridad y evitar robos en sus instalaciones", asegura la CNI.
La demanda por servicios de seguridad privada en Brasil creció a un promedio anual del 7,2 % entre 2004 y 2014, asegura la patronal.
"Además de reducir las inversiones, la inseguridad impacta en la competitividad del país por disminuir la productividad de los trabajadores, que sufren estrés y sensación de inseguridad. Menos productivas y con gastos mayores en seguridad, las empresas brasileñas terminan repasando esos costos a sus productos, lo que impacta en los precios con que llegan a los consumidores y en la inflación", aseguran los industriales.
Con información de: EFE