Una oposición con deseo de cambio político, más identificada con su líder que el chavismo, pero un tanto más radicalizada y en medio de un importante número de ciudadanos no identificados con ninguno.
El Político
Este es el ambiente que debe hacer frente la Asamblea Nacional de Venezuela y el presidente interino Juan Guaidó, a un mes del inicio de un nuevo periodo legislativo.
Según datos hechos públicos de la encuestadora Delphos realizado para el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), la lealtad de una parte importante de venezolanos es con un ‘deseo’, no con personas o grupos.
“Un reflejo en los números es cuando uno ve que la autodefinición como opositor fluctúa, de manera importante, en los últimos dos años. Es decir, cuando aparece un referente que puede conducir el país hacia el cambio, todo el apoyo está allí”, afirma a la Voz de América Félix Seijas, director de Delphos.
“El apoyo no es realmente a una persona (…) no es un a partido político (…) sino el apoyo es a una idea, a un deseo, que es el deseo de cambio”, agregó.
En el estudio, realizado con una muestra de 1.200 personas, desde finales de octubre hasta el 20 de noviembre, señala que 23,7% de los venezolanos se dicen opositores y se identifican con el actual liderazgo, mientras otro 16,5% se dice opositor, pero no no se identifican con el liderazgo.
Para Seijas, el paso del tiempo y las altas expectativas juegan en contra del también presidente del parlamento. “La gente siente que ya no se va lograr en ese tiempo corto, entonces poco a poco Guaidó empieza a perder apoyo de las personas que ya no lo ven como ese referente que puede motorizar el cambio”.
En septiembre de este año, el parlamento venezolano aprobó ratificar a Guaidó como presidente encargado de la Asamblea Nacional, de manera indefinida, hasta que el presidente en disputa Nicolás Maduro salga del poder.
Sin embargo, a pesar del acuerdo al que llegaron los diputados, algunos han denunciado que emisarios se les han acercado ofreciendo importantes sumas de dinero para que no voten por el presidente interino, en enero de 2020.
Además, esta misma semana un portal de investigación reveló que algunos diputados habrían actuado en favor de un empresario colombiano relacionado con las cajas de comida del Estado, lo que desencadenó una investigación y una reestructuración completa de la Comisión de Contraloría de la Asamblea.
Seijas explica que hay un sector de la oposición, un 20% aproximadamente, que ante toda la situación del país, se está “radicalizando”, agregando que una posición radical puede ser “abandonar todo e irme” o “protestas mucho más fuertes” o “pedir que hayan acciones mucho más fuertes”.
“(Este grupo) ha crecido con respecto al pasado y coincide con la baja de las expectativas de que se logre el cambio político”, expone el especialista.
Para Seijas, el panorama del 5 de enero con relación al escándalo, “va a depender de manera importantísima cómo se maneje las próximas dos semanas Guaidó y su entorno. Esto plantea un peligro evidente que es asociar la gestión de Guaidó con la política tradicional. Esto sería lapidario para él”.
A pesar de todo ello, la encuesta de Delphos señala que 45% de los ciudadanos todavía confía en Guaidó y otro 39% piensa que en los próximos 12 meses puede ocurrir un cambio de gobierno.
Para el analista político Oswaldo Ramírez, los números de las encuestas no reflejan una muy mala afectación de imagen pública de Guaidó o de confianza en la institución.
Sin embargo, señala que la dinámica de actuación del joven opositor va estar marcada por los acuerdos políticos entre los grandes partidos y por los aliados, como sociedad civil y la comunidad internacional.
"El problema más completo es hasta donde tú logras efectivamente una cohesión en torno a una ida, y perseguir esa idea hasta alcanzarla. Y esa idea es tener en Venezuela elecciones libres, justas y transparentes", expone Ramírez a la VOA.
Fuente: VOA