¿Hasta que punto la tecnología realmente es un aliado, por lo menos en el plano laboral? Muchos piensan, y hasta temen que los avances tecnológicos sean más bien un problema, ya que sus puestos de trabajo podrían desaparecer o ser sustituidos por máquinas, robots o eso que ya se conoce como Inteligencia Artificial.
Mario Beroes/El Político
Este temor, que cada día crece ante una transformación digital, que no conoce de sentimientos y números, y que está cambiando, demasiado rápido para muchos, con la robotización, la deslocalización de los puestos de trabajo y el big data.
Estamos viviendo lo que algunos economistas han denominado la cuarta revolución industrial o la revolución de la industria 4.0, que cambiará la manera en que vivimos y cómo trabajamos.
No se trata simplemente de que surjan nuevas tecnologías que se incorporan a la vida cotidiana, también se transforman los sistemas sociales y económicos por la expansión de la nanotecnología, la interconectividad, la automatización y el aprendizaje automatizado, entre otras innovaciones.
Nuevos cambios y nuevas profesiones
Unos cambios tan profundos como los que estamos experimentando traen consigo la aparición de unas profesiones y la desaparición de otras.
La robotización de la producción se ha acelerado debido a la COVID-19 hasta el punto de que, según el informe ‘Futuro del Trabajo 2020’ del Foro Económico Mundial, antes de 2025 desaparecerán 85 millones de puestos de trabajo.
¿Cuáles son las profesiones que probablemente desaparezcan en las próximas décadas? Estas son algunas de ellas:
Conductores de autobús, taxistas y ferroviarios
En los últimos años están experimentando un fuerte impulso los vehículos autónomos que utilizan radares LiDAR, visión artificial, gps y big data. El informe ‘Digital Auto Report 2021’ de la consultora PWC apunta que para 2035 el 14% de las matriculaciones de Europa, China y Japón corresponderán a vehículos autónomos. En 2022 está previsto que entren en funcionamiento en Tel Aviv (Israel) y en Munich (Alemania) las primeras flotas de taxis autónomos gestionadas por la empresa israelí Mobileye.
Personal de almacén
Con la aparición de la COVID-19 se han disparado las compras por internet, lo que supone más mercancías en tránsito y más logística. De momento, esto ha resultado en más contratación de personal, pero los almacenes automatizados también se van consolidando. Entre otras ventajas, permiten el almacenamiento vertical para optimizar espacio utilizando transelevadores para manejar pesados palés. A los robots y cintas transportadoras hay que sumar un software de control que ejecute todos los movimientos de las máquinas y otro de gestión para controlar dónde está cada mercancía y su mejor ubicación.
Libreros
Es una de las profesiones que ya va languideciendo debido a la venta de libros físicos online y al auge del libro digital. Ya va costando encontrar una librería en la que su propietario aconseje sobre las obras que puedan gustar más a un cliente y es un algoritmo el que realiza la recomendación basándose en lo que ha visto el comprador en una página web.
Personal de atención al cliente
También cuesta encontrar un servicio de atención al cliente que no esté automatizado. Como mucho, después de marcar varios números en el teléfono para ir pasando de un menú a otro, se puede conseguir que la máquina nos pase con un operador humano. Por su parte, redes sociales y páginas webs empiezan a estar en manos de chatbots capaces de hace creer al usuario que está hablando con una persona.
Secretarios y administrativos
Según afirma The Washington Post, desde que empezó el siglo en EEUU y hasta 2019 se han eliminado más de 2,1 millones de empleos administrativos y de apoyo en la oficina. Su trabajo está siendo sustituido por programas informáticos como Microsoft Office y de gestión del trabajo.
Personal de recursos humanos
Uno de los usos que se prevé para la inteligencia artificial es detectar quién es el candidato idóneo para un puesto. Actualmente hay empresas que utilizan este método para optimizar sus procesos de reclutamiento con el uso de chatbots que proporcionan al personal del departamento información de los candidatos.
Intérpretes y traductores
Una de las pesadillas de los profesores de idiomas es que sus potenciales alumnos utilicen sistemas de traducción automática en lugar de aprender otra lengua. Los traductores se enfrentan también a clientes que les entregan una traducción realizada en alguna web para que la revisen y, en las últimas semanas, ha dado qué hablar la traducción automática poseditada que Netflix ha incluido en los subtítulos de alguna de sus series.
Contables y administradores
Las nóminas, los impuestos, las auditorías… todo estará automatizado mediante software preparado por las conocidas como ‘fintechs’. En el informe ‘El Futuro de los Trabajos del Foro Económico Mundial’ en 2018 ya se apuntaba que era una de las profesiones del mundo con más riesgo de desaparecer. Si no destinada a extinguirse del todo, los informes apuntan a que sí es una profesión que tendrá que renovarse desde los cimientos para mantenerse.
Operadores telefónicos
La abundancia de llamadas de teléfono siguiendo un listado, sin saber si la persona con la que se contacta está interesada en el producto o servicio que se le intenta vender, ha conseguido que este método de venta sea cada vez menos eficaz (menos aún entre la gente joven, que suele evitar cualquier conversación telefónica).
Agentes de viajes
Cada vez menos gente acude a una agencia de viajes a que le organicen unas vacaciones o a comprar billetes. Ahora las plataformas de alojamiento, las webs de los hoteles y las numerosas páginas de viajes ponen en contacto a los clientes y los proveedores de servicios directamente, sin intermediarios y, por tanto, con mejores ofertas.
Empleados de banco
Un análisis escrito para Deloitte por expertos de la Universidad de Oxford en 2015 considera que cajeros y empleados de banca tiene un 99% de probabilidades de que sus puestos se automaticen. Los bancos han ido reduciendo el contacto con los clientes y ampliando las funciones de los cajeros automáticos. Ahora, con la banca electrónica, podemos pasar años sin pisar una sucursal bancaria.
Empleados de fábrica
Según la empresa de predicción de riesgos económicos Oxford Economics, antes de 2030 hasta 20 millones de empleos en fábricas de todo el mundo podrían desaparecer al ser sustituidos por robots. El informe de esta empresa indica que cada robot industrial supone eliminar 1,6 puestos desempeñados por personas. No obstante, las previsiones son también que con el aumento de la automatización se impulsen el empleo y el crecimiento económico.
Cajeros de supermercado
En los supermercados se está extendiendo muy rápido el uso de cajas en las que el propio cliente escanea los códigos de barras. Incluso hay establecimientos en los que basta con depositar los productos comprados para que la caja indique cuáles son y su precio. La propia Amazon está realizando proyectos piloto con supermercados ‘Amazon Fresh’, en los que no hay personal humano que atienda a los clientes: solo hay que escanear un código QR en la app del teléfono al entrar e introducir en la cesta lo que se desee adquirir. Gracias a distintas cámaras y sensores, la tienda sabe lo que hemos comprado y lo carga en nuestra cuenta al salir, sin necesidad de pasar por caja.
Empleados de restaurantes de comida rápida
Los restaurantes de comida rápida son unos de los negocios más mencionados como aquellos en los que las máquinas sustituirán a la fuerza de trabajo humana. Una empresa, Miso Robotics, ya comercializa un robot capaz de cocinar patatas fritas, pechugas de pollo o aros de cebolla. Apodado ‘Flippy’, el invento está probándose en varias cadenas de restaurantes de comida rápida en EE.UU.
Grabadores de datos
Actualmente esta profesión se encarga de interpretar grabaciones de sonido y comprobar si en el texto hay inexactitudes o errores, pero ya existen aplicaciones que utilizan algoritmos para realizar estas mismas funciones (transcribiendo archivos de voz a texto). Los algoritmos más avanzados son capaces de detectar cuándo hablan varias personas y reconocen voces incluso en entornos ruidosos.