El ex primer ministro portugués António Guterres se consolidó hoy como el gran favorito a suceder a Ban Ki-moon al frente de Naciones Unidas tras salir reforzado de la segunda votación secreta llevada a cabo por el Consejo de Seguridad.
Guterres volvió a recabar más apoyos que ningún otro candidato e incluso logró aumentar la ventaja con sus rivales más inmediatos.
En la votación, informal y secreta, los quince miembros del máximo órgano de decisión de la ONU debían señalar si animaban o desanimaban a cada uno de los aspirantes a seguir adelante o si, por el contrario, no tenían ninguna opinión.
El portugués, que hasta el pasado diciembre fue alto comisionado para los Refugiados en Naciones Unidas, obtuvo el respaldo de 11 países, el voto en contra de 2 y otras 2 abstenciones, según dijeron a Efe fuentes diplomáticas.
El resultado es algo peor del que logró en la primera ronda, celebrada el pasado 21 de julio, cuando tuvo 12 apoyos y ningún voto negativo, pero también lo fueron los de una mayoría de candidatos.
La razón, según aseguró a Efe una fuente diplomática, es que en esta segunda ronda ha habido ya muchos menos "votos de cortesía", por lo que un buen número de abstenciones se transformaron en papeletas en contra.
Tras Guterres, los más votados hoy fueron el serbio Vuk Jeremic y la canciller argentina, Susana Malcorra.
Ambos obtuvieron 8 respaldos, con Jeremic acumulando 4 votos en contra y 3 abstenciones y Malcorra recibiendo 6 en contra y 1 abstención.
La ministra argentina y antigua jefa de gabinete de Ban -que había logrado 7 votos favorables, 4 en contra y 4 sin definir en la primera ronda- se situó así por delante de otras aspirantes con experiencia en Naciones Unidas como la búlgara Irina Bokova, la neozelandesa Helen Clark y la costarricense Christiana Figueres.
Figueres, que lideró desde la ONU las negociaciones para un acuerdo global sobre el clima, tuvo hoy 5 votos a favor, 8 en contra y 2 abstenciones y reconoció en Twitter que los resultados no fueron "lo que esperaba", pero se mostró dispuesta a seguir adelante.
El gran perjudicado en este segundo "sondeo informal", según se refiere a él la propia ONU, fue el expresidente esloveno Danilo Turk, que en julio recibió el apoyo de hasta 11 países y que cayó hoy hasta 7, con 5 expresándose en su contra y 3 sin dar opinión.
En total son once los candidatos al puesto, después de la renuncia ayer de la croata Vesna Pusic, que había sido la peor parada en la primera consulta.
La expectativa en el Consejo de Seguridad es que ahora varios aspirantes sigan su camino y que para la próxima votación, prevista para finales de agosto, se haya reducido claramente el grupo.
Ese sondeo será similar a los dos anteriores, pero a partir de entonces es probable que en las votaciones se marquen con un color distinto las papeletas de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (EE.UU., Rusia, China, Francia y el Reino Unido).
Dado que todos ellos tienen derecho de veto, su postura resulta fundamental a la hora de elegir al próximo secretario general, que será propuesto por el Consejo en el otoño y luego ratificado por la Asamblea General.
Los diplomáticos no descartan que, al final, el compromiso sea fruto de una negociación que incluya el reparto de otros cargos en Naciones Unidas.
Ahí, según esas fuentes, puede jugar un papel importante la tradición de la rotación geográfica, según la cuál el próximo secretario general debería ser de Europa del Este y que, de no cumplirse, podría favorecer las aspiraciones de esa zona del mundo para lograr otros puestos de responsabilidad en la organización.
Por ahora, los aspirantes del Este, que eran más de la mitad del total, no han tenido especial éxito, así como las mujeres, pese a los repetidos llamamientos de muchos países a elegir a una por primera vez como jefa de la ONU.
Con información de EFE