La Corte Suprema de Estados Unidos anuló el lunes una ley de Luisiana que regula las clínicas de aborto pese a la oposición de los jueces conservadores en el primer gran caso de la era Trump sobre el tema.
El Político
El presidente del tribunal, John Roberts, y sus cuatro colegas más liberales dictaminaron que la ley que exige que los médicos que realizan abortos tengan privilegios de admisión en hospitales cercanos viola el derecho a la interrupción del embarazo que la corte anunció por primera vez en 1973.
La ley de Luisiana es prácticamente idéntica a una de Texas que el tribunal anuló en 2016.
Pero Roberts —que discrepó en el caso de Texas— no se unió a la opinión escrita por el juez Stephen Breyer para los otros magistrados liberales en la decisión del lunes, y su posición dejó a los partidarios del derecho al aborto más aliviados que eufóricos.
El presidente del tribunal explicó que sigue pensando que el caso de Texas se decidió erróneamente, pero cree importante que la corte respalde sus decisiones anteriores.
“El resultado en este caso está controlado por nuestra decisión de hace cuatro años de invalidar una ley de Texas casi idéntica”, escribió Roberts.
En disidencia, el juez Clarence Thomas escribió: “Hoy, la mayoría de la corte perpetúa su jurisprudencia infundada sobre el aborto al imponer una ley estatal perfectamente legítima y hacerlo sin jurisdicción”.
Fuente: AP