En el marco de esta pandemia, el controversial Papa anuncia que el 4 de octubre, Día de San Francisco, publicará una encíclica para todos los hermanos y hermanas, según informó la Oficina de Prensa del Vaticano.
EL Político
"Fratelli tutti" es el título que el Papa ha establecido para su nueva encíclica dedicada, como leemos en el subtítulo, a la "fraternidad" y a la "amistad social".
Las primeras palabras de la nueva "carta circular" (este es el significado de la palabra "encíclica") están inspiradas en el gran Santo de Asís cuyo nombre eligió el Sumo Pontífice.
A la espera de conocer el contenido de este mensaje, que el Sucesor de Pedro pretende dirigir a toda la humanidad y que firmará el próximo 3 de octubre sobre la tumba del santo, en los últimos días hemos asistido a discusiones sobre el único dato disponible, a saber, el título y su significado.
Como es una cita de San Francisco (que se encuentra en las Admoniciones, 6, 1: FF 155), el Papa obviamente no la ha cambiado. Pero sería absurdo pensar que el título, en su formulación, contiene alguna intención de excluir de los destinatarios a más de la mitad de los seres humanos, a saber, las mujeres.
Por el contrario, Francisco eligió las palabras del Santo de Asís para inaugurar una reflexión que le interesa mucho sobre la fraternidad y la amistad social y, por lo tanto, tiene la intención de dirigirse a todos los hombres y mujeres de buena voluntad que pueblan la tierra. A todos, de una manera inclusiva y nunca exclusiva.
Vivimos en una época marcada por la guerra, la pobreza, la migración, el cambio climático, la crisis económica, la pandemia: reconocernos a nosotros mismos como hermanos y hermanas, reconocer en quiénes nos encontramos un hermano y una hermana; y para los cristianos, reconocer en el otro quién sufre el rostro de Jesús; es una forma de reafirmar la irreductible dignidad de todo ser humano creado a imagen de Dios.
Y es también una manera de recordarnos que de las dificultades actuales nunca podremos salir solos, uno contra otro, Norte contra Sur, rico contra pobre. O separados por cualquier otra diferencia de exclusión.
Comer y tener sexo son placeres divinos
“El placer de comer está ahí para mantenerte saludable comiendo, al igual que el placer sexual está para hacer al amor más hermoso y garantizar la perpetuación de la especie. Son placeres divinos”, comentó el Papa.
“La Iglesia ha condenado el placer inhumano, bruto y vulgar, pero por otra parte, siempre ha aceptado el placer humano, simple y moral. Ambos placeres vienen de Dios”, continuó.
Esto lo afirmó Jorge Bergoglio en el libro TerraFutura, del escritor y gastrónomo italiano Carlo Petrini.
Dicho libro, publicado el miércoles pasado en Italia, contiene varias reflexiones del Pontífice acerca de la moralidad y el estado del mundo actual.
Fuentes: ElFinanciero/ Vaticannews