Hace tiempo que el paisaje político de Venezuela -donde hace casi un año que dos hombres distintos se presentan como presidente del país- es un panorama complejo.
El Político
Pero la situación se acerca más al caos absoluto con la confusión sobre quién está al cargo de la Asamblea Nacional y los planes del congreso controlado por la oposición de reunirse el miércoles en un edificio justo enfrente de donde se reunirá la legislatura rival afín al gobierno, la Asamblea Nacional Constituyente.
El líder opositor Juan Guaidó, respaldado por Estados Unidos, parecía haber conservado el control de la Asamblea Nacional tras un incidente en el que se le impidió físicamente entrar en el edificio, en un aparente intento de arrebatarle el control de la cámara. Es la única rama del gobierno de Venezuela que sigue fuera del alcance del gobierno socialista de Nicolás Maduro.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA ASAMBLEA NACIONAL?
La oposición ganó en 2015 de forma abrumadora el control de la Asamblea Nacional, en un indicio de que muchos votantes rechazaban las políticas socialistas de Maduro iniciadas por su predecesor, Hugo Chávez. Desde entonces, las voces críticas con Maduro dicen que el gobierno ha intentado socavar la autoridad de la cámara. En 2017, Maduro despojó a la asamblea de su poder y creó la Asamblea Nacional Constituyente para ejercer sus funciones.
Aunque la Asamblea Nacional se quedó con poco poder real, tiene importancia simbólica por ser el último bastión que conserva la oposición. Maduro ya controla las otras ramas del gobierno, incluidos el Tribunal Supremo, la comisión nacional electoral y la fiscalía. También controla el Ejército, lo que le garantiza mantenerse en el poder pese a su impopularidad entre la población en medio de una crisis histórica en la antes rica nación petrolera.
Daniel Lansberg-Rodríguez, un analista geopolítico de riesgo que enseña en la Escuela de Administración Kellogg de la Universidad del Noroeste, señaló que Maduro ha utilizado a su antojo los tribunales y la Asamblea Nacional Constituyente. El intento de tomar la Asamblea Nacional refleja la creciente influencia rusa en Venezuela, indicó Lansberg-Rodríguez.
“Para aprobar en un mero trámite acuerdos internacionales de gas y hacer que después sean aplicables, la Asamblea Nacional es mucho mejor”, señaló.
¿A QUÉ SE DEBIÓ LA ÚLTIMA CONFUSIÓN?
El 5 de enero, la policía antimotines leal a Maduro impidió a Guaidó y otros legisladores de oposición acceder a las salas de la cámara en el centro de Caracas. Guaidó intentó incluso trepar una cerca, pero fue rechazado por la policía.
La primera sesión del año era clave para Guaidó, que se esperaba fuera reelegido para un segundo mandato como líder de la Asamblea. Es el cargo que empleó para reclamar la presidencia según la Constitución, afirmando que el gobierno de Maduro era ilegítimo y responsable de la crisis.
Mientras Guaidó se quedaba fuera, el legislador Luis Parra, que había roto con Guaidó, juró el cargo de presidente de la cámara. Los líderes de la oposición lo consideraron una prueba de que había sido sobornado por Maduro.
Más tarde, Guaidó y los legisladores de la oposición celebraron una votación en la sede de un periódico en la que eligieron a Guaidó como líder, y después volvieron al edificio de la Asamblea para celebrar una sesión tras la marcha de Parra.
Aunque la popularidad de Guaidó ha caído, los analistas le consideran la mejor apuesta para expulsar a Maduro. Guaidó tiene el apoyo de más de 50 naciones y ha logrado un consenso en un movimiento opositor a menudo fragmentado.
¿HAY TAMBIÉN UNA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE?
Además de dos rivales que reclaman el control de la Asamblea Nacional, hay una segunda cámara que, según las voces críticas, es la forma de Maduro de aprobar leyes que habrían sido bloqueadas en la Asamblea Nacional, dominada por la oposición. Los detractores de Maduro consideran esa Asamblea Nacional Constituyente como un órgano simbólico que se limita a aprobar las propuestas del gobierno.
Maduro ofreció el martes su discurso anual sobre el estado de la nación ante la Asamblea Nacional Constituyente, declarando una victoria ante la guerra económica contra Venezuela liderada por Estados Unidos. En el discurso, tachó a Guaidó de “mueco ventrílocuo” de Washington.
¿POR QUÉ HAY ATENCIÓN AHORA SOBRE LA ASAMBLEA NACIONAL?
Este año hay elecciones a la Asamblea Nacional y el gobierno ha dicho abiertamente que quiere recuperar el control de la cámara. Guaidó ha señalado que boicoteará las elecciones porque no es posible que sean justas mientras el consejo electoral esté dirigido por personas leales a Maduro.
Por su parte, Maduro predijo una victoria en los comicios legislativos y afirmó en su discurso anual que aceptaría observadores internacionales de la Unión Europea, Naciones Unidas y otros países.
“Muchos de ustedes tienen cara de diputado”, dijo el mandatario a los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente. “Dentro de un año ante la nueva Asamblea Nacional, con la nueva mayoría que vamos a tener estaré dando buenas noticias”.
¿QUÉ EFECTOS POLÍTICOS TUVIERON LOS ÚLTIMOS SUCESOS?
La popularidad de Guaidó subió con los incidentes en torno al parlamento, según Lansberg-Rodríguez. Las imágenes del líder opositor intentando saltar la cerca ante agentes de seguridad fuertemente armados fue muy difundida.
Ahora tiene más claro quién está con él, y ha ganado el apoyo de personas que no le creían lo bastante dinámico o asertivo, señaló el experto. Además, Estados Unidos impuso sanciones el lunes sobre Parra y otros seis parlamentarios por intentar maniobrar contra Guaidó.
“Ha permitido a Guaidó recordar al mundo que sigue ahí y que aún puede conseguir una victoria ocasional”, señaló Lansberg-Rodríguez sobre el fallido intento de mantenerle fuera de la Asamblea Nacional. “Lo desafortunado es que en definitiva, el edificio de la asamblea forma parte de una ciudad, que forma parte de un país, que aún está físicamente controlado por Maduro y sus hombres”.
Fuente: AP