El gobierno chileno, a través de la Cancillería, envió un documento a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), informando que a principios de noviembre -probablemente dentro de los primeros 15 días- se realizará en La Moneda un acto para oficializar el lanzamiento del proceso que llevará a la elaboración de un proyecto de matrimonio igualitario.
La notificación se debe a que esa iniciativa legal es parte central de un acuerdo logrado con el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) para llegar a una solución amistosa y desactivar, de esa forma, la demanda que esa organización interpuso ante la CIDH en 2012, debido a denegación del Estado de Chile a tres parejas homosexuales que querían contraer matrimonio en nuestro país.
En el escrito se informó a la CIDH que la decisión de aplazar la ceremonia fue acordada junto al Movilh en una reunión que se realizó el lunes pasado en La Moneda. A la cita asistieron representantes de ese movimiento y del Ministerio Secretaría General de Gobierno.
Quienes estuvieron presentes dicen que el Movilh estuvo de acuerdo en realizar el acto en noviembre. De hecho, se redactó conjuntamente un acta de lo conversado en la cita, cuyo contenido fue plasmado en el documento enviado a la CIDH. Esto, pese a que la ceremonia se ha venido aplazando en más de una ocasión. El plan inicial que tenía el Ejecutivo era concretarlo a mediados de mayo, y después se fijó preliminarmente para septiembre.
Así, en la reunión del lunes los representantes de la Segegob transmitieron al Movilh la necesidad de postergar el acto para noviembre, argumentando -dicen los asistentes- que no querían que una ceremonia sobre matrimonio igualitario pudiera afectar o repercutir en la elección municipal del 23 de octubre.
El Movilh no puso reparos considerando que la propia Presidenta Michelle Bachelet ratificó esta semana en la ONU, por primera vez en público, que el proyecto de matrimonio igualitario se presentará el primer semestre de 2017, es decir, a más tardar en julio.
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De esa forma, la Mandataria confirmaba el adelanto de la iniciativa, luego de las críticas lanzadas por movimientos de diversidad sexual al plan inicial del Ejecutivo de presentar el texto en el último tramo del próximo año.
Hasta ahora, en el Ejecutivo mantienen la idea de realizar, como paso previo, diálogos ciudadanos participativos en las regiones. Si bien ese diseño generó fuertes críticas del Movilh y de la Fundación Iguales en mayo pasado, cuando se conocieron los detalles, el Ejecutivo introdujo algunas modificaciones y se decidió, además, acortar el proceso, lo que dejó conformes a algunos grupos.
Esta no es la primera vez, en todo caso, que el Ejecutivo actúa con precaución frente a los efectos de la agenda valórica que se ha impulsado durante este gobierno. El ejemplo más claro se produjo con la tramitación del proyecto que despenaliza el aborto en casos de riesgo de vida de la madre, inviabilidad del feto y violación.
Si bien La Moneda le puso urgencia simple hace algunos días, despejando la tabla de la Comisión de Constitución del Senado, la iniciativa de todas maneras comenzará a revisarse en esa instancia recién en octubre. Y la votación en la sala del Senado -que será la instancia decisiva- no se producirá antes de las elecciones municipales. Todo esto, debido a una fuerte presión interna de la DC, colectividad que ha transmitido a La Moneda su preocupación por los costos que podría pagar el partido en el electorado de centro debido a la postura favorable al aborto que adopten algunos de sus parlamentarios.
Con información de La Tercera