Ésta es la pregunta que Pedro Sánchez, Presidente en funciones y secretario general de los socialistas, hará a las bases de su partido, las cuales deberán pronunciarse sobre una mera declaración de intenciones, ya que no ha trascendido aún qué ministerios ocupará Podemos y ni cómo los socialistas lograrán los votos necesarios para la investidura.
El Político
Sánchez oculta a la militancia del PSOE el contenido del acuerdo con Podemos. Ambos partidos consultaran a sus afiliados, pero sin revelar los términos exactos del pacto ni cómo harán para lograr los votos necesarios para la investidura
Los socialistas tratan de conseguir el apoyo de los partidos y grupos regionales para lograr la presidencia de España
En 2016 también se sometió a los militantes en términos muy genéricos el pacto de investidura con Ciudadanos. Pero en esa ocasión no se requería la participación (indirecta) de los independentistas.
Ya la dirección del PSOE aprobó este lunes los términos de la consulta a la militancia que realizarán el próximo 23 de noviembre, tras la negociación exprés entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias y la firma el martes de un pacto programático que conllevará el reparto del Ejecutivo.
Mientras tanto, Adriana Lastra, vicesecretaria general del PSOE y portavoz en el Congreso, mantiene contactos con los grupos parlamentarios cuyo apoyo requiere ahora el PSOE. Hasta ahora, se han mostrado partidarios de respaldar a Sánchez el PNV, Más País, PRC y Teruel Existe y dispuestos a colaborar BNG y Coalición Canaria.
Aún así los socialistas necesitan la abstención de Ciudadanos o de ERC. La de EH Bildu, que también puede resultar fundamental, dependería finalmente del número de votos afirmativos que logre reunir el PSOE en torno a su acuerdo con Iglesias.
Salvo que haya grandes avances durante estos días, la militancia socialista votará sin conocer sobre cuáles grupos descansará la gobernabilidad. Sólo habrá podido constatar el cambio en el discurso público del presidente del Gobierno en funciones hacia los independentistas, que ha pasado de realizar críticas constantes a volver a centrarse en su propuesta de una salida dialogada con el propósito de lograr su abstención.
Giro en las declaraciones de Sánchez
Este viraje, respecto a los mensajes contra los independentistas en la campaña electoral y a uno de los argumentos esgrimidos para no alcanzar el acuerdo en julio con Iglesias, el cual dependía de ERC, se constató también este lunes en unas declaraciones de Carmen Calvo, la vicepresidenta del Gobierno en funciones, en las cuales aseguró que los "partidos independentistas catalanes "que se presentan a las elecciones generales y tienen escaños en las Cortes españolas también tienen la responsabilidad de que España tenga gobierno”.
La dependencia que un futuro Ejecutivo pueda tener de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), por la necesidad de su abstención o de sus votos afirmativos en el discurrir de la legislatura, ha tensionado al partido. Algunos barones han pedido públicamente que no se hagan concesiones y han abogado porque un Ejecutivo progresista no invalide la posibilidad de llegar a acuerdos de calado con el PP.
La presencia de ERC en la ecuación de la gobernabilidad molesta a muchos cargos socialistas que aún confían en una abstención de Ciudadanos. La ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, lo pidió públicamente este lunes.
Pero en el PSOE han comenzado a asumir que no hay más camino para que haya Gobierno que la abstención de los republicanos. E incluso confían en que sucederá, a pesar de que en estos momentos la posición de ERC es que votará en contra.
Este lunes, la dirección socialista convocó a los secretarios de organización del partido en un restaurante cercano a la sede del PSOE. El encuentro, sobre todo, era para informar de la consulta, la cual es vinculante. Lo importante no es sólo el pronunciamiento de las bases, que se da por hecho que apoyarán, ya que la organización siempre se vio bien el acuerdo con Podemos y su entrada en el Gobierno, sino el porcentaje de participación.
En la comida, según las fuentes consultadas, no se polemizó sobre el apoyo de ERC. Tampoco la dirección ofrece datos concretos sobre las negociaciones. Sólo que Ciudadanos carece de líder para entablar conversaciones y que no ven más alternativa para sacar adelante el pacto con Podemos.
Posición de Podemos
Por su parte, Podemos celebrará entre el 23 y el 26 de noviembre la consulta a las bases sobre el pacto de Gobierno con el PSOE, coincidiendo con la que realizarán los socialistas. Como se sabe, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias tienen sellado un preacuerdo para un Gobierno de coalición, donde ambos partidos se sentarán en el próximo Consejo de Ministros.
Pero ocurre que sus 155 diputados se quedan lejos de los 176 que conceden la mayoría en el Congreso de los Diputados. La primera materialización del reparto de fuerzas de un futuro Ejecutivo es que Podemos se mantiene al margen y deja al PSOE las riendas de la negociación para recabar apoyos. Eso sí, los morados ya no ven con malos ojos que Ciudadanos pudiera desbloquear la investidura.
Iglesias, durante la campaña electoral, siempre mantuvo que su posición era clara y que los votantes sabían que apoyando a Unidas Podemos no habría pactos con el PP o con Ciudadanos. Sin embargo, el pacto para un cogobierno sellado con Sánchez hace ahora que la prioridad de Podemos sea que éste eche a andar, sin poner tanto el foco en los apoyos para sacarlo adelante. Dos partidos pueden tener la llave de la investidura de Sánchez como presidente e Iglesias como vicepresidente: ERC y Ciudadanos.
—La cuestión es que este Gobierno progresista eche a andar. No es una cuestión de comodidad, de que estemos más o menos a gusto o durmamos mejor— ha dicho Noelia Vera, portavoz de Podemos, al ser cuestionada sobre si su formación preferiría un apoyo naranja o independentista para desbloquear la investidura.
Podemos se mantiene a la espera. Sin entrar en las negociaciones para sumar partidos políticos que permitan su Gobierno con el PSOE, a diferencia de su actuación en la moción de censura que aupó a Sánchez a La Moncloa o el pacto político-presupuestario que firmaron.
Entonces, Iglesias descolgó el teléfono, visitó en la cárcel a Oriol Junqueras, líder de ERC; llamó a Carles Puigdemont, convirtiéndolo en interlocutor válido. Ahora, los morados miran desde la barrera. Es el PSOE quien capitaliza la gestión de la investidura.
Las cosas han cambiado para Podemos. Su incompatibilidad con Ciudadanos es ahora algo mejor, si son los naranjas los que pueden facilitar un Gobierno suyo con el PSOE. En 2016 eran los morados los que estaban en la tesitura de facilitar un pacto de los socialistas con Albert Rivera, que decidieron tumbar.
Consulta a las bases
Los estatutos de Podemos establecen que la formación debe consultar a sus bases cualquier pacto de Gobierno que alcance. Es por ello que se realizará una consulta telemática a los inscritos del partido para conocer si apoyan o la participación en un Gobierno de coalición con el PSOE basado en el preacuerdo de diez puntos que sellaron Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. La consulta se celebrará del 23 al 26 de noviembre.
La pregunta será: "¿Estás de acuerdo con que participemos en un Gobierno de coalición en los términos del preacuerdo firmado por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, sí o no?".
ERC no ve ningún avance para apoyar la investidura
La oferta del PSOE a ERC tiene que llegar antes de la sesión de investidura a la que Sánchez pretende presentarse, entre el 16 y el 18 de diciembre. Ese es el objetivo de ERC. En el entorno del presidente del Gobierno en funciones se aclara también que no hay intención de llegar a esa hipotética sesión de investidura sin garantías de tener los apoyos suficientes asegurados.
No hay convocatorias oficiales de nuevos encuentros entre miembros del PSOE y de ERC ni tampoco de representantes del Gobierno central y de la Generalitat, pero los contactos existen. En el primer caso entre la socialista Adriana Lastra, y su homólogo en Esquerra, Gabriel Rufián. Los hilos abiertos entre la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y el de la Generalitat, Pere Aragonès, se mantienen discretamente.
Esquerra tiene en la agenda reunirse por separado con Junts per Catalunya, la CUP y EH-Bildu. Los anticapitalistas están instalados en el bloqueo al Congreso sin paliativos mientras que republicanos y neoconvergentes, aunque van por separado, sí quieren hablar sobre una posible unidad de acción en las Cortes.
Si el PSOE quiere en el Congreso la colaboración de ERC tendrá que poner, como mínimo, una fecha y un mínimo orden del día para empezar a concretar. Lo expresó este lunes Marta Vilalta, la portavoz de los republicanos: “Nuestro objetivo no es facilitar la investidura en España sino facilitar la resolución del conflicto de Cataluña. Lo que defendemos es construir una solución democrática y para eso hay que sentarse a hablar”.
ERC defiende al president Quim Torra como interlocutor a sabiendas de que el PSOE no lo considera como tal. En el supuesto de que Torra fuera inhabilitado, por desobediencia a la Junta Electoral Central, el cargo recaería en el vicepresidente Pere Aragonès, de ERC, pero sin la facultad de convocar elecciones. En el partido republicano reconocen que, si se produjera esa inhabilitación, desearían que antes de empezar a cumplir la condena Torra fijara la fecha electoral.
Vilalta no quiso clarificar este lunes si su partido apuesta por la figura del relator, que precisamente hizo saltar por los aires el diálogo que se comenzó tras la moción de censura y la cita de Sánchez y Torra en Pedralbes. Pero sí insistió en la necesidad de “garantía de cumplimiento” de los posibles acuerdos, sin expecificar más. Torra, en una entrevista en el diario Ara el domingo, sí señaló la presencia del relator como una condición obligada para cualquier intento de acercamiento.
Todos esos pasos de ERC van en consonancia con los de otros partidos con representación en el Congreso de los Diputados. Esta misma semana ERC tendrá reuniones con JuntsxCat, la CUP y Bildu. “La idea es llegar a una unidad de acción para hacer un frente común que consiga esa mesa de negociación”, explicó Vilalta.
Estos movimientos no son el mejor escenario para el PSOE que, por su parte, mantiene con absoluta discreción sus negociaciones con Unidas Podemos para desarrollar el preacuerdo de coalición firmado la semana pasada. Para que ese proyecto de investidura y Gobierno salga adelante tendría que sumar a otros grupos: el PNV, el Partido Regionalista de Cantabria, Teruel Existe, Coalición Canaria y el BNG.
La primera reunión de Lastra con el diputado del Bloque, Néstor Rego, se produjo este lunes en el Congreso. A la salida, Rego avanzó así la disposición de su formación: “No nos gustaría tener que votar que no”.
Es decir, el BNG expondrá en próximas citas su agenda gallega (más infraestructuras y algunas mejoras sociales) y se muestra favorable al sí, en línea con otros partidos nacionalistas y regionalistas que ciñen sus reivindicaciones a cuestiones de sus territorios, como el PNV, el PRC, Teruel Existe o CC, que no están por bloquear más la situación política del país.
Lo que sí constató Rego, tras la reunión, es lo complicado que va a ser manejarse en el futuro Grupo Mixto de la nueva legislatura, con 21 diputados con todo tipo de formaciones e intereses.
En los encuentros mantenidos hasta ahora, Lastra escucha, a veces asiente y en general muestra una disposición buena, sin maximalismos insuperables, a la espera de ERC.
El PNV tendrá su propio tratamiento. Recuerda que aún tiene 33 competencias pendientes de transferencia y otras demandas como la agilización de la Y ferroviaria vasca y la defensa del concierto económico. Pero el presidente vasco, Íñigo Urkullu, ya avanzó que se dispone a garantizar otra vez “la gobernabilidad de España”.
PP y Ciudadanos siguen sin haber recibido llamadas de Sánchez y sin saber si les convocará. Por ahora rechazan cualquier colaboración, siquiera indirecta.
Actitud de Pablo Casado, del PP
Pablo Casado rehúye el debate de la gobernabilidad y lleva 11 días sin responder a preguntas desde que se celebraron las elecciones del 10-N. En ese tiempo, ha pronunciado dos discursos: el de la noche electoral, el 10 de noviembre, y una intervención ante los medios de comunicación, sin admitir preguntas, el martes 12, tras el Comité Ejecutivo Nacional de su partido. El resto de días su agenda estuvo vacía, hasta este lunes, cuando mantuvo dos encuentros sobre educación concertada en la sede nacional del partido.
En el PP hay dirigentes que ven esta inédita situación de Casado, quien normalmente es el líder con mayor querencia comunicativa, como una manera de huir del debate sobre la gobernabilidad y el desbloqueo. Mientras la polémica interna arrecia y crecen las voces que le piden que dé un paso al frente, el líder de la oposición sigue a la expectativa de los acontecimientos y prefiere esperar a ver qué movimiento hace Pedro Sánchez. "Hemos aprendido de Mariano Rajoy: no nos toca movernos ahora", indicó un dirigente del PP.
Hay cinco “pesos pesados” del PP que han incidido en la “vía patriótica” en los últimos días. El principal ha sido Alberto Núñez Feijóo, presidente de Galicia, quien ha abogado por tender la mano a los socialistas. El segundo es el ex presidente del Gobierno José María Aznar, quien aseguró que "una alianza de partidos constitucionales sería lo más deseable y lo más congruente", pero sin que la encabece Pedro Sánchez. Añadió que “Pablo Casado sabe "muy bien" lo que tiene que hacer”.
Algo similar opinó Alfonso Alonso, presidente del PP vasco. A su juicio, la única alternativa estable es "algún tipo de acuerdo entre el PP y el PSOE, pero mientras esté Sánchez no hay nada que hacer".
Mientras que Alfonso Fernández Mañueco expresa que “Casado debe tomar la iniciativa si Sánchez lo llama", y Cayetana Álvarez de Toledo, portavoz del PP en el Congreso, ha pedido "un gobierno de concentración" que incluya a Ciudadanos.
La posición oficial del PP la manifestó Cuca Gamarra, vicesecretaria de política social del partido, quien se preguntó "¿dónde está Pedro Sánchez y qué está pactando?", porque "los ciudadanos queremos conocer los términos en los que está llegando a acuerdos con comunistas e independentistas".
Gamarra, que eludió contestar expresamente a las preguntas sobre un posible pacto con el PSOE, añadió que un acuerdo como el que Sánchez está "negociando en la oscuridad" con Podemos y los independentistas "no puede contar con el apoyo del PP en ningún caso". A su juicio, el presidente del Gobierno en funciones está "desaparecido", tejiendo un "cordón sanitario" contra Casado.
(Con información de El Mundo, El País)