Apple ha demandado a Qualcomm por nada menos que mil millones de dólares. Las cosas aún se podían poner más feas para el fabricante de chips en la misma semana que el gobierno de Estados Unidos le acusó formalmente de maniobras anticompetitivas como proveedor de Apple.
Aunque sea más conocida por sus procesadores y módems inalámbricos para smartphones, Qualcomm hace la mayor parte de su dinero licenciando sus patentes. Esta semana la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC) ha acusado a la compañía de aprovechar su posición dominante como proveedora de módems para cobrar un precio excesivo por esas patentes.
Las patentes de Qualcomm son esenciales para los estándares de la industria, por lo que deben ser licenciadas en condiciones justas, razonables y no discriminatorias. Sin embargo, y según la FTC, Qualcomm estaba forzando a sus clientes a usar los módems de la casa cobrándoles una tarifa desproporcionada por las patentes si optaban por el producto de la competencia, lo que hacía que para el cliente fuera siempre más caro comprar el módem del competidor.
Qualcomm negó las acusaciones de la FTC diciendo que estaban basadas en ideas erróneas sobre la industria de la tecnología móvil. Sin embargo, Apple colaboró con las autoridades explicando los detalles de un acuerdo de exclusividad que mantenía con Qualcomm gracias al que obtenía descuentos por las patentes. El acuerdo terminó el año pasado y por eso el iPhone 7 es el primero que usa también módems de Intel.
Ahora Apple demanda a Qualcomm por mil millones de dólares, la cantidad que el fabricante de módems supuestamente retuvo como represalia contra la dueña del iPhone por haberse ido de la lengua. Qualcomm ya había sido multada por 853 millones de dólares en Corea del Sur y por 975 millones de dólares en China por sus prácticas anticompetitivas.
Fuente: The Verge