El supuesto atentato contra Cristina Fernández de Kirchner es un extraño suceso que muchos argentinos y ciudadanos del mundo no han terminado de digerir.
El Político
Como refiere Diario de Cuba, "es posible que desde hace un siglo los argentinos estuvieran preparados para tragarse el cuento del atentado a Cristina Fernández, reportó DiariodeCuba.
Lo cierto es que Cristina Fernández enfrenta un juicio por presuntas irregularidades en la concesión de obras públicas durante su Gobierno (2007-2015. Y este atentado se produce a pocos días de que los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola pidieron 12 años de prisión y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
El juicio oral se reanudará en medio de un contexto diferente tras el atentado contra Cristina Fernández, para quien los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola pidieron 12 años de prisión y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
Fernández tendrá que presentar su defensa el 19 de septiembre
De acuerdo con el cronograma de audiencias que fijó el TOF 2, Fernández tendrá que presentar su defensa el 19 de septiembre próximo y cada acusado tendrá hasta tres oportunidades para exponer sus alegatos.
La exmandataria está acusada de los delitos de asociación ilícita y administración fraudulenta de fondos públicos, debido a supuestas irregularidades en la concesión de 51 obras públicas a firmas del empresario Lázaro Báez durante su mandato y el de su marido, el ya fallecido Néstor Kirchner (2003-2007), en Santa Cruz, cuna política del kirchnerismo.
Calco del caso judicial de Hillary Clinton
Diario de Cuba agrega que el proceso contra Cristina es el calco del caso judicial de Hillary Clinton, quien, después de borrar 30.000 correos electrónicos de cuatro memorias federales y escapar al escrutinio, reaparece, rozagante y reimaginada, en una nueva serie de Apple TV+ llamada Gutsy (Valiente) ayuntada con su hija, la muchacha sin cualidades que el complejo corporativo-ideológico ha transformado en superestrella. ¿Por qué no iba a ser Cristina reinvindicada por Univisión?
El arte del atentado en Cuba
En cuanto a los atentados, ¿no existe el ejemplo clásico de los 638 Ways to Kill Castro? Los beneficios de hacerse la víctima son una lección esencialmente castrista: en momentos de crisis política, no hay nada como un pistoletazo de utilería.
Los argentinos amantes de la democracia han sido testigos de un evento Antonio Tejero, aunque no se enteraran.
Como en aquel asalto a las Cortes españolas de 1981, Cristina Fernández se valió de un jenízaro blandiendo una fuca con la intención expresa de apabullar las instituciones democráticas.
Lo mismo que había hecho Juan Domingo Perón en 1945, con su discurso de balcón kirchnerista, y Che Guevara en La Cabaña, en el año fatídico de 1959.
Pero los tiempos han cambiado y hoy es posible contratar a un actor en una agencia de extras. Como bien sabía Castro, un atentado coloca a un político en posición inexpugnable, y un baño de pueblo deja al corrupto más limpio que una conciencia falsa.
Cautelosamente, los mandatarios y candidatos de la región condenaron el hecho, cerrando un anillo de hipocresía en torno a uno de los suyos.
Así logramos explicarnos los misteriosos viajes de Cristina a la Havanna y las vacaciones caribeñas de su hija alcahueta como el efecto diferido del vampirismo castrista en otra de las desdoradas, de las mediatizadas repúblicas de Nuestra América.