El grupo de países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) es una asociación económica y comercial de gran importancia en el mundo formada por las cinco economías emergentes que a principios del siglo XXI eran consideradas con mayor potencial de crecimiento del planeta.
El Político
Todas estas naciones tienen en común una población muy numerosa (41% del total mundial), un territorio extenso (29% del total global) con una gran dimensión estratégica prácticamente continental, una gran cantidad de recursos naturales y un gran crecimiento en su Producto Interior Bruto (PIB) y en su volumen de comercio mundial en los últimos años. También vale la pena señalar que todos sus miembros están integrados en el G20, que representa a las 20 economías más poderosas del mundo.
El Presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, ha anunciado este jueves a los seis nuevos miembros que pasarán a formar parte de los BRICS el próximo año: Irán, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Argentina, Egipto y Etiopía, destacando el pleno consenso que ha existido en esta primera fase de la ampliación del grupo.
Los líderes acordaron ampliar el grupo BRICS en una cumbre que se celebró esta semana en Johannesburgo. Será la primera ampliación desde 2010.
¿Se desliga Arabia Saudita de Estados Unidos?
La posible adhesión de Arabia Saudita a los BRICS reforzaría los intentos del príncipe heredero, Mohammed bin Salman, de diversificar la economía de su nación. Un esfuerzo que lo ha acercado mucho más a Rusia y China en los últimos años.
China es el cliente petrolero más importante del reino, mientras que depende de las relaciones con Rusia para ayudar a apuntalar los precios del crudo a través de la OPEP+. Los estados del Golfo están deseosos de unirse a los principales bloques comerciales en su intento de ampliar los lazos comerciales y desarrollarse como centros de tránsito global.
El impulso a la expansión fue impulsado en gran medida por China, pero contó con el respaldo de Rusia y Sudáfrica. A India le preocupaba que un BRICS más grande transformara al grupo en un portavoz de China, mientras que a Brasil le preocupaba distanciarse de Occidente.
La candidatura a los BRICS de la monarquía saudita, el mayor productor de petróleo del mundo, es una nueva señal de su deseo de convertirse en un actor independiente en la escena mundial, como ya lo demostró la guerra en Ucrania, sobre la cual Riad se niega a condenar a Moscú.
Bajo la autoridad del príncipe heredero Mohamed Bin Salman, que gobierna efectivamente el país, ya que su padre, el rey Salman, es anciano y está enfermo, no es cuestión de que los sauditas abandonen su asociación estratégica con los Estados Unidos ni jueguen no alineados, volviendo a los BRICS, sino más bien aumentando su autonomía respecto de Washington diversificando sus aliados, como analizó el ex embajador francés en Riad, Bertrand Besancenot.
"Son lo suficientemente realistas como para saber que todavía dependen del paraguas de seguridad estadounidense. Pero descubrieron que Estados Unidos es hoy más débil y que en paralelo su cooperación petrolera funciona cada día más con Rusia", destacó para Lefigaro.
La contrapartida también para los miembros del BRICS es que Arabia Saudita puede desempeñar un papel muy importante por su volumen económico y su alto valor en el mercado del petróleo y el gas, que representa el 30 por ciento de las exportaciones de Arabia Saudita al resto del mundo, algo que a tener en cuenta considerando las cifras de volumen económico del país.
Arabia Saudita, con una población de más de 34 millones de personas, ocupa el puesto 43 en la clasificación mundial de población, entre 196 países, y tiene una densidad de población muy baja, 16 habitantes por kilómetro cuadrado, y el reino saudí ocupa el puesto 17 en la ranking de economías por volumen de PIB. Estas cifras muestran cuán grande se ha vuelto el país árabe.
Con información de Reuters y Albazeera