Si algo ha sido imposible negar en los 63 años de la Revolución Cubana, es la inmensa fortuna acumulada por los Castro Ruz, sus familiares y colaboradores más cercanos.
Mario Augusto Beroes Ríos/El Político.-
Cada cierto tiempo el tema sale a la palestra pública mundial, sea por reportajes periodísticos, denuncias de ex colaboradores o, por el exhibicionismo de ellos mismos.
Y a pesar del "asedio" económico y social que sufre la isla, el régimen continúa haciendo esfuerzos para mantener el culto a la figura de Fidel Castro; culto que él mismo pidió no mantener antes de morir.
Sin embargo, Miguel Díaz-Canel, dictador cubano, haciendo alarde de un gasto sin precedentes, inauguró el «Centro Fidel Castro Ruz».
La institución, ubicada en una mansión de finales del siglo XIX, es un centro dedicado a preservar la memoria del fallecido dictador.
Oficialmente, es una institución pública para estudiar, investigar y difundir la vida y obra del fallecido dictador cubano.
Para bautizar el lugar, el régimen tuvo que promulgar una ley que autorizara de forma «excepcional» el nombre de Castro.
Supuestamente, el dictador había expresado que su nombre no debía ser usado en lugares públicos y no debían erigirse monumentos o bustos en su memoria.
El lugar es un templo de culto a la personalidad de Fidel Castro. También cuenta con alta tecnología que se usará en el adoctrinamiento de niños, adolescentes y jóvenes.
La institución cuenta con nueve salas de exposiciones, una biblioteca y varios salones de reuniones. Además, dispone de un anfiteatro y un jardín con bancos, luces, puertos USB y códigos QR que remiten a la web de la institución.
¿Quien financió la institución?
Construir una obra de tal magnitud, en una Cuba sumamente empobrecida levanta sospechas, más en un país cuyos gobernantes achacan todos los problemas "al Infame bloqueo económico" que sufre la isla.
Es obvio que las cifras oficiales nunca se sabrán. Los medios oficiales del castrismo las omiten intencionalmente.
El portal Cubanet ha tenido acceso a fuentes que conocen el origen de los fondos detrás de la construcción. Se sabe que el Fondo de Arabia Saudita para el Desarrollo fue el principal proveedor del financiamiento.
Pero hay otras fuentes. Al menos una veintena de empresas extranjeras participaron. Y también organizaciones de solidaridad con el régimen castrista que operan desde Estados Unidos y Europa.
Pero también, empresas españolas vinculadas al turismo, habrían aportado sumas considerables y con grandes “favores”. No solo habrían contribuido con la construcción de la obra, sino con la compra e importación de insumos.
Un alto directivo extranjero, vinculado a la cadena hotelera Iberostar, aseguró a CubaNet que la firma española habría aportado al proyecto unos 12 millones de euros.
Esa suma es ligeramente superior a la proporcionada por Meliá. La corporación francesa Accor, habría otorgado 2 millones de euros en forma de suministros e intermediación con algunos proveedores.