Los argentinos están comenzando a comprender la real dimensión de las palabras del presidente, Javier Milei, cuando en la campaña electoral primero, y ya como mandatario electo luego, decía: "vienen meses muy duros". Los bolsillos son atacados por la voracidad del Estado y de las empresas de todo tipo que quieren recuperar en un mes lo que, según sus directivos, perdieron durante toda la gestión de Alberto Fernández. Principalmente por el despilfarro de dinero que realizó su ministro de economía, Sergio Massa para tratar de ganar una elección que termino perdiendo. ¿A quién le termina cobrando el Estado argentino semejante sangría de dinero realizada por el mismo Estado? Acertó: a los mismos de siempre. Una clase media agotada, que recibe dinero con la mano derecha y lo entrega con la izquierda. Una historia repetida.
Por Poder & Dinero
En los días que han transcurrido de este "caliente" mes de Enero, uno de los capítulos destacados se lo llevan los denominados impuestos inmobiliarios. Un enjambre de tributos que violan todas las normas que impiden la doble tributación, y no sólo eso, la triplican. En la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, los propietarios de bienes raíces ven como estos forman parte de la base imponible de TRES IMPUESTOS al mismo tiempo, a los cuales se le cambia el nombre para ocultar lo que es una verdadera confiscación inconstitucional. Así, el Estado Nacional lo llama "Impuestos a los Bienes Personales", el estado provincial "Contribución Territorial" y los municipios "Tasas de servicios generales". Todos tienen como base imponible el valor del bien de que se trate pero se les cambia el nombre para ocultar la triple tributación.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la tributación es doble ya que en este caso, el estado provincial y municipal coinciden, y se agrega el ya mencionado Impuesto sobre los Bienes Personales. Todo este verdadero ¨atentado¨ a las economías familiares ha sido inalterable con los gobiernos populistas del kirchnerismo, se mantuvo durante la gestión de Mauricio Macri y ahora, con Javier Milei (de prosperar la reforma al denominado Impuesto a los Ingresos que ha enviado al Congreso para regresar al anterior Impuesto a las Ganancias, al cual le cambiarán el nombre por Impuesto a los Ingresos Personales) no sólo continuará sino que la presión irá en aumento. Recordemos que Milei prometió durante su campaña reducir impuestos y retenciones, y apoyó el aumento de los mínimos no imponibles del Impuesto a los Ingresos para posibilitar que cientos de miles de contribuyentes tuvieran una mejora en sus salarios. Los mismos que ahora verán, seguramente, reducidos sus salarios a partir de que se apruebe la propuestas del gobierno. Y todavía falta el ajuste de las tarifas de los servicios públicos que se hará sentir fuerte a partir del próximo mes de Febrero.
Impuestazo, tarifazo, servicios de medicina prepaga, telefonía celular, internet, televisión por cable y satelital (sigue la lista)… impagables. Padres preocupados por lo que será el costo de la educación de sus hijos cuando tengan que regresar a las aulas. Y una flojísima temporada de vacaciones de verano para comerciantes y alojamientos. Este es el panorama de la Argentina de hoy, la del ajuste que nadie sabe cuándo terminará y cuál será su resultado.
En el Congreso de la Nación se "pelea" por una ley, denominada "omnibus" (por la gran cantidad de temas que abarca) que representa un traspaso monumental de ingresos de la población a los sectores más concentrados de la economía. En la calle, los sindicatos utilizan a los trabajadores como rehenes para no perder sus privilegios. Casta por aquí, casta por allá. Pero una sola ventanilla paga…y no es la casta.
Y como si esto fuera poco, si usted tiene la suerte de poder disponer de unos pesos para salir a cenar con su familia, con su novia, o con amigos, puede tener la "mala suerte" de que en la comida se aparezcan invitados que nadie invitó. Y sino, vean el video que a continuación ilustra mejor lo que decimos. Esto ocurrió en un popular restaurante/parrilla de la localidad de Ramos Mejía, en la provincia de Buenos Aires. Una localidad de clase media acomodada que resulta un objetivo diario de los delincuentes ante la pasividad de las autoridades policiales. Al menos en este caso no hubo daños personales. Pero las muertes en robos violentos son "normales" hoy día en la Provincia de Buenos Aires. El hecho más reciente y doloroso fue la muerte de una niña de 9 años, hija de un custodio de la Ministro de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, durante un intento de asalto a su padre.
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Si usted tiene la suerte de poder disponer de unos… pic.twitter.com/ZVJEhpMQkb
— EL POLÍTICO (@Elpoliticonews) January 24, 2024
El populista gobierno kirchernista dejó al país en la ruina. Cierto. No podemos pedirle a Milei que haga milagros en 30 días. También es cierto. La gente lo votó por sus propuestas, por su personalidad y por rechazo al peronismo. Pero también lo hizo porque les despertaba una esperanza. El presidente de Argentina no puede dejar que esa esperanza muera porque será la que va a sostener el apoyo popular a su gobierno más allá de los elogios de Donald Trump, las promesas de Elon Musk, los reportajes de Tucker Carlson, las simpatías de Giorgia Meloni o su incondicional alianza con los miembros más destacados de la comunidad judía. No debe perder ese horizonte, y dejar la confrontación permanente (convencido que le consolida su núcleo duro de votantes) y hablarle también, él no sus ministros o voceros, a los argentinos. Tuvo y tiene la valentía de postularse prometiendo un futuro duro. Sería bueno que le explicara nuevamente a los argentinos, en términos simples (sin tanto macro, micro, agregados monetarios, déficit y superávit, revisiones históricas que muchos no entienden y catarata de nombres que pocos conocen) hasta cuando deberán soportar este nuevo sacrificio que les exige el mismo Estado que los llevó a la peor crisis política, económica y social desde el regreso a la democracia en 1983. No sólo es un derecho que tienen los argentinos, sino también su obligación como presidente.