Cientos de argentinos marcharon hoy por tercera vez en las calles de la localidad argentina de San Miguel de Tucumán pidiendo que se esclarezca la muerte del cura Juan Viroche, quien apareció ahorcado hace nueve días y que en vida era conocido por sus continuas denuncias al narcotráfico.
Durante la marcha, en la que estuvo presente su familia, los asistentes caminaron tras una pancarta gigante en la que estaba escrito "Justicia por el padre Juan".
Al mismo tiempo, cientos de habitantes de La Florida (localidad en la que se hallaba la parroquia de Viroche) y localidades cercanas organizaron una misa en memoria del presbítero al cumplirse nueve noches de su muerte. La ceremonia fue encabezada por el Arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca.
Conocido en la zona por su lucha contra bandas de narcotraficantes, el sacerdote apareció hace casi dos semanas ahorcado en la iglesia a la que estaba adscrito, Nuestra Señora del Valle, de La Florida, enclavada a unos 70 kilómetros al este de San Miguel de Tucumán, la capital provincial (norte).
Los vecinos de la localidad, que desde que se conoció la noticia no han dejado de movilizarse para pedir Justicia, rechazan que se trate de un suicidio, que era la primera sospecha que tuvo el fiscal, y piden investigar la verdad del caso.
"Un hombre que amaba tanto la vida como él (…) no puede haberse matado", sentenció una de las sobrinas del fallecido ante los medios durante la marcha.
Con información de: EFE
