Cinco científicos muertos y radiaciones en un “Chernóbil sobre hielo”. La política del secretismo ruso, que le viene desde los tiempos de la desaparecida Unión Soviética, cuando se cometían barbaridades y crímenes ; “en aras de la ciencia comunista” y no eran nunca conocidos ni por el mundo por los propios rusos, lo que se prolongó tras la caída del sistema, con el famosísimo caso de Chernóbil.
El Político
Todo sale a la luz con lo recién ocurrido en el Ártico, donde una explosión nuclear produjo la muerte de científicos de la compañía estatal rusa de energía atómica, a la vez que un alza de radiación en una ciudad cercana.
Kysthym el primer Chernobil
Entre 1945 y 1948 los soviéticos construyeron la ciudad de Ozyorsk o “Chelyábinsk-40” (traducido como ciudad 40), asentamiento que no figuraba en ningún mapa. Aquella ciudad creada para la producción de plutonio para armas nucleares, debía conservarse como secreto de Estado.
“Teníamos un turno de 13:00 a 19:00 horas. Trabajábamos en el laboratorio y, como era domingo, había menos que hacer. De repente, escuchamos una especie de trueno. Las ventanas estallaron, las puertas de cristal se quebraron. Miramos hacia afuera y vimos una nube enorme”, recordó Anna Sharova, ingeniera química, en un documental -según consigna BBC.
Conocido como “El accidente de Kyshtym”, obtuvo su nombre a partir de pueblo más cercano a la planta de Mayak, y actualmente ocupa el tercer puesto en peligrosidad después de Chernóbil y Fukushima.
Todo comenzó con un sistema de enfriamiento que falló y nunca fue reparado.
Uno de los tanques que contenía entre 70 y 80 toneladas de residuos radiactivos, se vio afectado por la falta de temperaturas lo suficientemente bajas, lo que provocó una alza de calor que desembocó en una explosión química de nitrato de amonio y acetatos.
La “nube enorme” vista por Sharova contenía componentes radioactivos que se expandieron por cientos de kilómetros por medio de la nube que se desplazó hacia el noreste de Europa.
El río Techa y el Lago Karachay fueron las primeras víctimas directas de la contaminación, la que dejó un rastro de cesio-137 y estroncio-90 conocido como Rastro Radiactivo de los Urales del Este (EURT).
En septiembre de 2016, el bioquímico e historiador Zhores Medvedev fue invitado al programa Witness de BBC, instancia en la que rompió el silencio respecto a lo acontecido
“No existían suficientes regulaciones sobre la temperatura y, en un momento dado, el sistema de regulación de uno de los tanques dejó de operar. Cuando la temperatura llegó a ciertos niveles, el tanque explotó”, dijo Medvedev.
Los primeros 10 días murieron al menos 200 personas y los afectados ascendieron a cientos de miles, según cifras no oficiales. Haber mantenido oculta el accidente durante dos décadas, dificulta acceder a datos precisos.
Fueron 22 las poblaciones cercanas a Ozyorsk que fueron expuestas a la radiación provocada por la explosión y, en consecuencia, 10 mil personas fueron evacuadas. Eso sí, el proceso de traslado no se completó hasta dos años después de ocurrida la tragedia.
La explosión del motor nuclear en el Ártico
En esta nueva ocasión de un fracaso nuclear ruso, la agencia nuclear estatal , Rosatom, reconoció que los cinco ingenieros nucleares empleados por la compañía que fallecieron y otros tres que resultaron heridos estaban probando un motor nuclear.
Además, el Ministerio de Defensa confirmó que dos militares murieron en el mismo suceso "como consecuencia de la explosión del motor experimental de combustible líquido".
Pero Rosatom no especificó el sistema específico involucrado en la prueba, que se realizó en una plataforma naval en el océano Ártico sin ofrecer más detalles técnicos.
La explosión fue seguida por un pico de radiación de 40 minutos en Severodvinsk, una ciudad a 40 km al este del campo de pruebas de Nyonoksa, junto al Mar Blanco.
Los niveles de radicación alcanzados en Severodvinsk, según sus autoridades, son demasiado pequeños para causar enfermedad por radiación.
Expertos en Rusia y Occidente dijeron que la prueba probablemente estaba relacionada con el misil conocido como Burevestnik 9M730, que significa "petrel", un tipo de ave marina.
Este misil ya fue probado con anterioridad por Moscú. Según dijo en 2018 el presidente ruso, Vladimir Putin, este cohete tendría un alcance "ilimitado" y sería indetectable para los sistemas antimisiles.
Pero ¿qué se sabe de esta arma y qué otras pudo haber usado Rusia en su prueba fallida?
¿Qué se sabe sobre la explosión?
Los cinco ingenieros nucleares que murieron eran expertos de "élite" y "héroes" que sabían de los riesgos y habían realizado pruebas previas en "condiciones extraordinariamente difíciles", dijo Valentin Kostyukov, alto funcionario de Rosatom.
Después de que los ingenieros completaran las pruebas, de repente se produjo un incendio y el motor explotó, arrojando a los hombres al mar.
Rosatom dijo que la prueba había involucrado una "fuente propulsora de radioisótopos".Luego de la explosión, las autoridades de Severodvinsk reportaron un alza en el nivel de radiación durante 40 minutos.
Ante la noticia, los residentes de este lugar cercano al área de pruebas fueron a comprar pastillas de yodo, que ofrecen cierta protección contra la radiación.
El aumento de radiación llevó a expertos nucleares en EE.UU. a sospechar que la prueba implicó un misil de propulsión nuclear como el Burevestnik.
Antes de la prueba, el Ministerio de Defensa había impuesto una zona de exclusión en la Bahía Dvina, frente a las costas de Severodvinsk.La zona permanecerá cerrada al transporte civil hasta principios de setiembre.
¿Qué se sabe del Burevestnik?
El Burevestnik 9M730 es un misil de crucero de propulsión nuclear, que Rusia ha estado probando al menos desde finales del 2017. La OTAN lo designa como SSC-X-9 Skyfall.
El arma es similar al misil Tomahawk estadounidense, pero posee una planta de energía nuclear "superpoderosa" de pequeño tamaño en el interior.
El presidente Putin habló del misil Burevestnik en un discurso ante el parlamento ruso en marzo de 2018, al describir un grupo de armas de guerra a las que calificó como "invencibles".
Putin dijo entonces que el Burevestnik era un nuevo tipo de arma estratégica que no utiliza rutas de vuelo balísticas en su camino hacia el objetivo, lo que significa que los sistemas de defensa antimisiles serían inútiles contra este.
De acuerdo al líder ruso, la propulsión nuclear del Burevestnik le otorgaría un alcance "ilimitado".
En julio del 2018, el Ministerio de Defensa ruso mostró un video en el que se veía al Burevestnik utilizando un motor nuclear, lo que le daría efectivamente un alcance "esencialmente ilimitado".
Pero en la grabación no se veía bien el misil, escondido debajo de lonas.
En febrero pasado, Putin aseguró que las pruebas del Burevestnik se estaban desarrollando de manera "existosa".
¿Qué otras armas pudo haber probado Rusia?
Mark Galeotti, analista ruso en el Instituto Real de Servicios Unidos (RUSI), un centro de investigación británico, dijo que la propulsión nuclear plantea enormes desafíos técnicos.
"La velocidad se opone al peso del sistema, y está el riesgo de un misil que arroja gases radiactivos donde sea que vaya", explicó Galeotti a la BBC.
"Estos nuevos sistemas tienen su origen en la época soviética: han sido retirados de los estantes y se les ha dado un nuevo uso", añadió.
Pero la explosión del jueves podría haber involucrado armas diferentes, igualmente capaces de transportar ojivas nucleares:
*Un nuevo misil de crucero antibuques de largo alcance llamado Zircón, que es hipersónico: puede volar hasta ocho veces más rápido que el sonido, según el ejército ruso. Un nuevo dron submarino de largo alcance, lanzado desde un submarino, llamado Poseidón.
¿Supone el misil de propulsión nuclear un cambio de juego?
Mark Galeotti, de RUSI, dijo que "hay mucho escepticismo sobre si el misil Burevestnik alguna vez verá la luz".
El experto señaló que otro misil ruso de última generación, el Bulava, "tuvo muchos años de pruebas fallidas".
Con información de Euronews y BBC