Varios funcionarios de Luisiana, incluyendo jefes y exjefes de policía, fueron arrestados y acusados de participar en una trama de sobornos para ayudar a extranjeros a conseguir visas estadounidenses.
Un jurado federal presentó una acusación de 61 cargos contra al menos cinco personas involucradas, entre ellas funcionarios policiales y un operador de restaurantes.
Según las acusaciones, los implicados aceptaban pagos ilegales a cambio de facilitar y agilizar trámites migratorios para extranjeros, violando así leyes federales.
Las investigaciones federales señalan que los funcionarios usaron sus posiciones de poder para manipular el sistema de inmigración, favoreciendo el otorgamiento de visas fuera de los procedimientos legales establecidos.
El caso se produce en medio de crecientes escrutinios sobre el sistema de inmigración en Estados Unidos, y destaca las vulnerabilidades de los procesos de gestión de visas frente a la corrupción y el abuso de autoridad.
Las autoridades locales y federales continúan con la investigación para determinar el alcance de la red y la cantidad total de extranjeros beneficiados mediante esta modalidad ilícita.