Arturo Sosa, el "papa negro" dijo que “Maduro es la cabeza de un régimen dictatorial” y nunca pensó que “se pudiera destruir tanto” su país.
El Político
El padre Sosa expresó su deseo que Venezuela “pueda evolucionar a una negociación. Creo que si uno no arranca el análisis de Venezuela y de América Latina por la tragedia humana de la gente, especialmente de los pobres, no puede de verdad proponer nada de largo plazo”, señaló. Nación.
En camino con Ignacio
Publicó un libro en conversación con el periodista español, Darío Menor, titulado “En camino con Ignacio”. Arturo Sosa Abascal es venezolano, de 73 y lo llaman "el papa negro" por el color de su hábito y el cargo vitalicio. “
Fue electo superior general de los jesuitas, en octubre de 2016, cuando se convirtió en el primer no europeo al frente de la congregación fundada hace 500 años por San Ignacio de Loyola.
El sacerdote, siempre fue parco a la hora de hablar de su país, donde aún viven su madre nonagenaria y una hermana.
Maduro encabeza un régimen dictatorial
"Lloro, lloro. Más de dolor que de rabia. Es muy duro todo lo que ha ocurrido. Nunca imaginé que se pudiera destruir tanto”, confesó, ante una pregunta sobre qué siente cuando ve cómo está ahora Venezuela.
Sosa, de 72 años, licenciado en Filosofía y Teología y doctor en Ciencias Políticas, también reveló que conoció bien a Hugo Chávez, que significó el principio del naufragio de su país. De hecho, iba a visitarlo a la cárcel después de su golpe de 1992.
Maduro responderá con una carta
Nicolas Maduro, el mandatario de Venezuela, calificó al Superior de los Jesuitas como miembro de una élite con sotana. Prometió que publicará una carta contundente, respondiendo el ataque “demoníaco”. Son “demonios con sotanas”.
El ataque de Maduro es en respuesta a unas declaraciones del Superior de los Jesuitas, Arturo Sosa, quien afirmó que Nicolás Maduro es la "cabeza de un régimen dictatorial".
Acusado de cura "comunista"
La actuación de Sosa suele ser criticada en Venezuela, debido a la relación personal que mantuvo con el fallecido presidente socialista Hugo Chávez.
“Nuestra relación era buena, pero crítica. Discutíamos mucho, aunque él decía que le habíamos salvado la vida. De alguna manera es verdad. Después de que lo metieran preso, quisieron trasladarlo junto a otros compañeros a otra cárcel y se temía que le fueran a matar durante el viaje. El jesuita que colaboraba con la fiscalía, un obispo y yo nos ofrecimos para acompañarlo en el vehículo. Fue una situación de mucha tensión, pero queríamos crear puentes”, contó.
Un retrato interior
En una entrevista con La Nación en una sala de la Curia Generalicia de Borgo Santo Spirito, a metros del Vaticano, la periodista Elizabetha Piqué habló con Arturo Sosa "el papa negro" sobre su castigado país. En la conversación, admitió que Nicolás Maduro, a quien nunca encontró, encabeza un régimen dictatorial. A continuación se publica un fragmento de la conversación.
La entrevista de Elizabetha Piqué
—En el libro usted llora por Venezuela, afirma que su salida es la superación del chavismo, elecciones libres y transparentes y destaca que un obstáculo fuerte es que la oposición está muy fragmentada. También dice que ha habido oportunidades que no se han podido aprovechar: ¿a qué se refería?
—Pienso por ejemplo en las elecciones parlamentarias del 2015 y esta pasada, en la que no se presentó la oposición, dos oportunidades en las que se pudo haber hecho otra cosa, políticamente más eficaz, aunque no se ganaran las elecciones en términos de mayoría absoluta.
Pero se perdió la ocasión de ratificar que esa es la vía. Porque uno no va a las elecciones solamente cuando gana, uno va a las elecciones porque es un espacio en el cual hay la posibilidad, entre otras cosas, de conectarse con la población, de hacer propuestas, de poner claro cuáles son las fuerzas que están en juego, y ahí se perdieron esas oportunidades. Y se han perdido también oportunidades de negociación…
—¿Se refiere a la famosa mediación en la que estuvo el Vaticano (2014-15) y hace dos años, la que intermedió Noruega?
—Sí. O sea que ha habido muchas oportunidades que no se han aprovechado. Se puede analizar cada una más en detalle, pero en concreto de parte de la oposición no ha habido la claridad suficiente. Esto, para entrar en eso con una visión política de largo plazo y por parte del gobierno porque ha sabido manipularla para reforzar su poder.
Maduro dictador
—Hace unas semanas el premier italiano, Mario Draghi, no usó eufemismos y llamó dictador al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. ¿Usted llamaría a Maduro un dictador?
—Por supuesto, el régimen es un régimen dictatorial y Maduro es la cabeza de ese régimen dictatorial. Solo que yo tengo una pelea mediática, porque los medios tienden siempre más a darle a la persona que al sistema. El problema es que el caso de Venezuela, es el sistema.
El sistema es más fuerte que la persona, yo no me meto en otros lados, pero en Venezuela es ésa la gran diferencia entre Chávez y Maduro. Chávez tenía una concepción de poder que se le reforzó con la relación con Fidel Castro. Era la idea de un poder absoluto y armó un sistema.
—Usted en el libro lo compara con el Duce…
—No lo comparo con el Duce, sino con la idea de que en Venezuela, como en la Argentina, fue muy poderosa la teoría positivista en el final del siglo XIX y comienzos del XX. Y uno de los mayores pensadores positivistas venezolanos, Laureano Vallenilla Lanz, formuló la teoría del “César democrático”, que parece una contradicción en los términos, pero que él lo justificaba mucho.
"Una de las primeras cosas que dije yo de Chávez es que estaba repitiendo la teoría del “César democrático”, en el modo de justificar su presencia en el gobierno cuando ganó las elecciones en el 99. No cuando se estaba muriendo después de gobernar.
—¿Qué se imagina que puede pasar en Venezuela, también en el contexto de la situación difícil de Colombia, el desastre económico y la pandemia?
—Espero y deseo que pueda evolucionar a una negociación. Creo que precisamente por las condiciones tan adversas, si uno no arranca el análisis de Venezuela y de América latina por la tragedia humana de la gente, especialmente de los pobres, no puede de verdad proponer nada de largo plazo.
"Si se propone únicamente como una lucha por el poder o por ganar elecciones, no se arregla. El problema es cómo se soluciona el tema humano. En Venezuela y en América latina, en Colombia, en Brasil, por cualquier país de América latina…
—En la Argentina…
—Pero en Venezuela es patente… Arrancando de ahí y viendo la carencia de medios económicos y políticos que hay en este momento, no nos queda más remedio que entendernos, que buscar juntos una vía. Una vía que sea inclusiva, porque el tema no es ‘quítate tú pá ponerme yo’, sino cómo incluimos y cómo negociamos para incluirnos.—¿El fenómeno Guaidó fue un fenómeno, o sigue siendo algo importante?
—Es uno de los ingredientes que está ahí. Y otra vez, Guaidó no es Guaidó, Guaidó es una corriente que se ha hecho un espacio en la vida pública venezolana, es algo de lo que no se puede prescindir…
—El Papa en un videomensaje que envió recientemente para la beatificación del médico venezolano José Gregorio Hernández, no solo llamó a la reconciliación, a la unidad nacional y a la estabilidad democrática, sino que, además, se mostró totalmente contrario a cualquier “intervención de afuera”.
—Todavía hay alguna gente que no sé de dónde saca la ilusión de que es posible una invasión… Eso es imposible e indeseable. Eso no sería una solución, sería cambiar de problema.
—Aunque personajes como Guaidó cuentan con apoyo externo…
—Sí, por supuesto, pero eso también es parte de la negociación. La negociación se va a hacer con apoyo internacional, como unas elecciones que sean creíbles tienen que ser con transparencia internacional. Creo que el Papa primero por una parte descarta un tema de invasión para sanar y que sean otros que solucionen el problema.
Los tropezones del proceso de Paz colombiano
Los otros tienen que acompañar la solución del problema, pero tiene que ser un problema que resuelven los venezolanos. Sin acompañamiento es mucho más difícil. Y después usted mencionó antes Colombia… Los problemas de Venezuela no son aislados en América latina y especialmente muy vinculados con el tema colombiano.
O sea los tropezones del proceso de paz en Colombia tienen una repercusión directa en Venezuela. Y viceversa: la solución de los problemas de Venezuela ayudarán a la paz de Colombia, sin duda.