El presidente sirio, Bachar al Asad, ratificó este jueves su decisión de continuar con la batalla sobre Alepo hasta echar a los "terroristas" de la ciudad y tachó de "propaganda" las fotografías de niños víctimas de los bombardeos difundidas por los medios occidentales.
Según la transcripción de una entrevista con la televisión danesa TV2, Asad lamentó que se rompieran las conversaciones entre EEUU y Rusia, pero, dijo, sabía de antemano que no iban a funcionar porque se necesita voluntad y "los estadounidenses no tienen voluntad de llegar a ningún acuerdo".
Alcanzarlo, explicó, supone combatir a los terroristas del Frente de Conquista del Levante (antiguo Frente Al Nusra), que, según Asad, en el conflicto sirio es "la baza" de EEUU.
En su opinión, la existencia de una "oposición moderada" en Siria es un "mito" como el del unicornio y para avanzar hacia una solución política es necesario primero acabar con los terroristas.
Rusia, añadió, único país que actúa en Siria con permiso de su Gobierno, está haciendo lo posible para evitar una escalada del conflicto, pero dudó de las intenciones de EEUU.
El presidente sirio dejó claro que los enfrentamientos en Alepo continuarán "hasta que los rebeldes abandonen" la ciudad e insistió en que la "terrible" situación que se vive no está causada por su gobierno, sino por los "terroristas".
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Sobre las fotografías de niños heridos y muertos que han dado la vuelta al mundo, señaló que "en todas las guerras hay víctimas inocentes", pero acusó a los medios occidentales de elegir solo las fotos que se adecúan a su "agenda política" y olvidar al resto de víctimas.
"Es parte de la propaganda y la demonización del Gobierno de Siria", afirmó el presidente sirio, quien recordó su oferta a los combatientes para que abandonen el este de Alepo "de forma segura y con garantías" y para que los habitantes puedan volver a sus casas.
Preguntado por las imágenes de hospitales bombardeados, señaló que no hay datos y puntualizó que eso "puede ser manipulado hoy en día".
"No diría que no hay ataques a ese tipo a edificios, pero como gobierno no tenemos la política de destruir hospitales o colegios", recalcó Al Asad, quien esgrimió razones morales y subrayó además que iría en contra de sus "intereses": "Es como dispararnos en el pie. Si hay ataques militares de ese tipo, podrían ser un error, pero no tenemos ninguna información de que haya ocurrido".
Los hospitales, como otros lugares donde hay civiles, tienen "inmunidad", y atacarlos, reconoció, sería un crimen de guerra, según la legislación internacional.
Su pregunta ante las fotos de niños asesinados es por qué los terroristas lo hicieron, "¿por qué Catár, Arabia Saudí y Turquía cometieron esos crímenes?" y "¿por qué Estados Unidos y sus aliados en Europa han estado apoyando a esos terroristas que han estado cometiendo crímenes de guerra en Siria?".
"Puedes simpatizar con cualquier foto o vídeo que veas. Pero nuestra misión como gobierno es tratar con la realidad. Tienes terroristas en Siria, están apoyados por potencias extranjeras y países extranjeros y tenemos que defender nuestro país", reiteró antes de acusar a los rebeldes de usar civiles como escudos humanos.
Asad admitió solo errores cometidos por personas individuales y se mostró convencido del respaldo de los sirios: "No soy Superman; sin su apoyo no estaría aquí".
Con información de EFE