Las autoridades brasileñas sospechan que policías hayan podido cometer la masacre de 32 civiles en apenas 48 horas en la ciudad amazónica de Belén, al norte del país, como supuesta represalia al asesinato días atrás de un policía militar.
Datos publicados este lunes señalan que entre el viernes por la tarde y el domingo en la noche hubo 32 homicidios en 16 barrios de la ciudad de Belén con características de ejecuciones sumarias.
La prensa local describe una situación de temor en las calles de esta ciudad amazónica, ante la posibilidad de que se produzcan nuevas matanzas.
El gobierno del Estado de Pará, del que Belén es la capital, y el Ministerio de Justicia brasileños están investigando si estas muertes están vinculadas al asesinato el viernes del policía militar Rafael da Silva Costa, de 29 años y fallecido por un disparo en la cabeza propiciado por criminales.
LEA TAMBIÉN: 24 homicidios en menos de 24 horas al norte de Brasil
En un país azotado por una violencia endémica que muchas veces está agravada por impunidad, no es extraño que miembros de las fuerzas de seguridad se tomen la justicia por su cuenta cuando un policía o un guardia municipal es asesinado.
En agosto del año pasado miembros de la policía habrían cometido el asesinato indiscriminado de 18 personas en las localidades de Osasco y Barueri, dos ciudades del estado de Sao Paulo, como represalia al fallecimiento de un cabo y un guardia municipal días antes.
Un estudio publicado el año pasado por el consejo estatal de derechos humanos (Condepe, en portugués) de Sao Paulo sospecha que agentes de las fuerzas de seguridad participaron en ejecuciones de 110 personas en seis ciudades de Sao Paulo entre los años 2012 y 2015.
Esta violencia es denunciada frecuentemente por organizaciones no gubernamentales como Human Rights Watch o Amnistía Internacional, que critican la impunidad de miembros de la corporación policial que actúan como auténticos criminales.
Con información de 20 Minutos