El canciller de Costa Rica, Manuel González, afirmó que la relación con Brasil es "normal" luego del "gesto diplomático" del presidente Luis Guillermo Solís de no escuchar el discurso del mandatario brasileño, Michel Temer, en la Asamblea General de la ONU.
González compareció hoy ante el Congreso para explicar los motivos de la salida del presidente y la mayoría de la delegación de Costa Rica antes de que Temer diera su discurso en la sede de la ONU el pasado 20 de septiembre.
"Las relaciones bilaterales con Brasil son absolutamente normales (…) tan normales son las relaciones y continuarán siéndolo, que el canciller (brasileño) José Serra estuvo el lunes en Cartagena (Colombia), se acercó a saludar al presidente Solís y estuvo hablando con él", afirmó el ministro.
González calificó también como "normal en la práctica diplomática" que una Cancillería llame a un embajador de otro país para que explique determinado hecho, como sucedió con el representante costarricense en Brasilia, Jairo Valverde, unos días después de lo ocurrido en la ONU.
"El embajador Valverde asistió a la Cancillería de Brasil e informó", dijo.
El ministro costarricense aseguró que la decisión de no escuchar el mensaje de Temer mostró la "preocupación" de su país ante una serie de acontecimientos ocurridos en Brasil luego de que fuera destituida la presidenta Dilma Rousseff, cuyo cargo quedó en manos de Temer.
"Nuestra posición no tiene nada que ver con el impeachment (proceso con el que se destituyó a Rousseff), que es una figura constitucional que existe en ese país, es un juicio eminentemente político y siguió todas las etapas constitucionales. Costa Rica no tiene nada que decir al respecto", expresó.
"Lo que sí hemos señalado son situaciones en el ejercicio de la presidencia de Temer. Hay preocupación por una tendencia a actos que pueden afectar la democracia en ese país", comentó González, sin precisar cuáles.
En Costa Rica se generó una polémica en prensa y círculos políticos de oposición por la actitud de Solís en la ONU, especialmente porque medios internacionales informaron que otras delegaciones como Cuba, Ecuador, Venezuela también salieron para no escuchar a Temer.
"Esta fue una decisión, no tengo reparo en aclararlo, absolutamente soberana e independiente. Costa Rica no tiene necesidad de coordinar ningún acto de esta naturaleza con otros países y menos con aquellos países con los que no compartimos ciertas formas de actuar y pensar", manifestó el ministro.
González insistió en que la decisión de Costa Rica fue individual y tomada en una reunión del equipo de trabajo dos días antes.
"El presidente planteó en la reunión que no era un discurso que le apetecía escuchar (el de Temer). Analizamos la conveniencia y la decisión que se tomó y ejecutó fue la de no escuchar el discurso. El presidente Solís decidió que nos retiráramos cuando no había iniciado su discurso el presidente Temer", dijo.
El canciller del país centroamericano explicó que no se trató de un "irrespeto o un desaire" y explicó que en la sala estuvo presente durante el discurso del mandatario brasileño el embajador de Costa Rica ante la ONU, Juan Carlos Mendoza.
"No quiero minimizar lo que se hizo, pero se le ha dado una dimensión muchísimo mayor que lo que corresponde a un gesto diplomático", aseveró.
Aunque algunos diputados insistieron hoy en la comparecencia que González se pronunciara acerca de si lo que ocurrió en Brasil fue un golpe de Estado, este respondió que no le corresponde a Costa Rica emitir algún calificativo.
Con información de EFE