Al menos siete integrantes de una misma familia, incluyendo tres mujeres y dos bebés, murieron en un ataque registrado en el poblado de San Pedro Cacahuatepec, ubicado en la zona rural del municipio de Acapulco del sureño estado mexicano de Guerrero, informaron fuentes policiales.
De acuerdo con las fuentes, el reporte de los hechos se recibió a las 15.03 hora local (20.03 GMT) y en él se indicaba que en la calle La Ceiba había seis personas muertas.
En un predio en el que hay tres viviendas de origen humilde, todas de la misma familia, quedaron tres cuerpos: el de una mujer llamada Amalia, el de su bebé de cuatro meses y el de su hijo de 17 años. En el ataque también resultó herida su hija de ocho años, quien fue trasladada a un hospital.
En dos casas cercanas murieron Carmen, de 24 años; Agustín, de 65, y Mariana de 45, en tanto que dos menores de uno y 11 años resultaron heridos y también fueron trasladados para ser atendidos. Sin embargo, el niño de un año murió en el hospital.
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El esposo de Amalia, Jaime Javier Gálvez Cristóbal, dijo que él se encontraba en su trabajo, en una huerta del poblado Las Chanecas como recolector de cocos, cuando le avisaron que su casa había sido atacada.
Al llegar le dijeron que fueron "los comunitarios" los que atacaron su casa.
Victoria, hermana de Amalia, había ido a trabajar cuando supo del ataque; Carmen era su nuera, y el bebé de un año que murió en el hospital su nieto.
Los atacantes, también irrumpieron en su casa, forzaron la puerta y buscaron entre sus pertenencias el dinero que era de su negocio, además de que tiraron su ropa al suelo y la quemaron.
"Mi hermana alcanzó a encerrarse, se la abrieron (la casa) y mataron a ella y a su niñito. No llegaron buscando hombres pero con las mujeres, como saben que no se pueden defender", dijo con voz entrecortada en declaraciones en el lugar.
La mamá de ambas, de quien no se supo el nombre, detalló que un día antes los policías comunitarios se llevaron a un sobrino llamado Humberto y que posteriormente se escucharon tiros. Fue por eso que la mañana de este viernes acudieron a la zona a buscar su cuerpo, presumiendo que lo habían matado.
Sin embargo, a unos metros encontraron a un grupo de hombres armados pertenecientes al grupo de autodefensa llamado Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), quienes dispararon al aire para ahuyentarlos.
Al ver eso ella fue en busca del comisario del poblado, pero al regresar encontró la matanza en su hogar. De no haberse ido, dijo, también habría sido asesinada.
"Fueron los comunitarios, esos que están ahí, esos son. Ellos siempre andan haciendo de las suyas; agarran uno y lo golpean, agarran a otros y se los llevan, y hacen de las suyas", señaló.
En el lugar, el secretario de Seguridad Pública de Acapulco, Max Sedano, dijo no saber lo ocurrido y se retiró.
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El comisario del lugar, Cayetano Bello Delgado, dijo que supo que los atacantes fueron los hombres armados de la UPOEG porque los habitantes le informaron.
Aseguró que los pobladores no están de acuerdo con la permanencia de la UPOEG en ese pueblo. "Unos dicen sí y unos dicen no, y la mayoría dice que no", expresó.
El 8 de marzo la UPOEG ingresó a Cacahuatepec con el argumento de haber recibido muchas denuncias por inseguridad; sin embargo, se trata de la zona de Acapulco con menos denuncias por violencia.
Desde la incursión de la UPOEG, los residentes de la zona han hecho denuncias públicas por agresiones y golpes. El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, ha reconocido que se trata de un grupo de civiles armados que operan fuera de la ley, aunque no se ha hecho nada por regularlos.
Por la noche el Gobierno estatal emitió un comunicado a nombre del vocero de Seguridad, Roberto Álvarez Heredia, en el que se informó de la apertura de una investigación por homicidio y lesiones.
Fuente: EFE