El atentado en Bogotá que dejó el sábado tres muertos, en la víspera de la fase final del desarme de la guerrilla de las FARC, deja ver el arduo camino que una dividida Colombia enfrenta para lograr la paz, estimaron analistas.
El ataque produjo repudio y solidaridad con las víctimas en la sociedad colombiana que, sin embargo, aún se divide frente al acuerdo de paz firmado en noviembre pasado con las FARC y a los diálogos que el gobierno sostiene en Quito con el ELN, única guerrilla activa del país.
Lea también: Defensor del Pueblo de Venezuela: Detenidos 2 guardias por muerte de joven.
"La oposición al proceso y al acuerdo es clara y fuerte", dijo a la AFP la analista Beatriz Rettberg, al recordar que una primera versión del pacto con las FARC fue rechazado en un plebiscito hace un año, lo que obligó a una renegociación que culminó con el acuerdo firmado a finales de 2016.
Para esta catedrática de la privada Universidad de los Andes hay varias "dificultades" para poner fin un conflicto armado que golpea al país desde hace más de medio siglo y que deja unos 260.000 muertos.
Entre los obstáculos enumera hechos de violencia, como el ataque del sábado que dejó tres mujeres muertas -incluida la francesa Julie Huynh (23)- en el exclusivo centro comercial Andino de Bogotá, los intereses de "economías ilícitas" como las bandas criminales o el narcotráfico y la oposición de algunos sectores.
Sctores políticos como el partido Centro Democrático (derecha), liderado por el senador y expresidente Álvaro Uribe, rechazan el proceso de paz por considerar que se hacen demasiadas concesiones a las marxistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
"Un acuerdo mal hecho genera más violencia", dijo el senador Ernesto Macias de esa bancada, que lideró la campaña del No en el plebiscito. "Se da un mal ejemplo para otras organizaciones" cuando recuerda que hay un sistema de justicia especial al que se pueden acoger los guerrilleros para evitar la cárcel.
"Nosotros no podemos hablar del origen del ataque (del sábado) hasta que las autoridades no los identifiquen, pero es posible que haya grupos violentos que quieran tener la impunidad y los beneficios de ese mal ejemplo" con las FARC, indicó el parlamentario.
"Paz por cuotas"
Tras el atentado, el presidente Juan Manuel Santos defendió el proceso de pacificación que lidera. "No vamos a permitir que lo logrado hasta ahora sea frenado por unos extremistas, cobardes o de quienes no quieren la reconciliación del pueblo colombiano", dijo el premio Nobel de la Paz de 2016.
Álvaro Villarraga, directivo del Centro de Memoria Histórica, sostiene que se pueden manejar hipótesis sobre la intencionalidad del ataque que van desde "remanentes radicalizados de sectores proclives a la insurgencia" a grupos que buscan "sabotear el proceso de paz".
El desarme de las FARC se aproxima a sus horas finales. El martes iniciará la última fase de la dejación de armas prevista en el acuerdo de paz, luego que en las últimas dos semanas entregó el 60% de su arsenal a la misión de Naciones Unidas en Colombia.
La ONU está a cargo de este proceso, un paso clave para que unos 7.000 combatientes de las FARC inicien su transición a la vida civil. A la par el gobierno realiza diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevaristas).
Pero además el conflicto armado ha enfrentado a guerrillas, paramilitaresm, grupos de narcotraficantes, bandas criminales y agentes estatales, lo que dificulta la pacificación.
Lea también: Perú ya no dará recompensa por información sobre paradero de Toledo.
"En Colombia tenemos la gran dificultad que como no tuvimos una guerra generalizada, no tuvimos un solo acuerdo de paz simultánea con toda la guerrilla y los paramilitares. Hemos tenido una paz por cuotas", aseguró Álvaro Villarraga, directivo del Centro de Memoria Histórica.
Rettberf añadió en Colombia en los últimos 15 años "el mejor desempeño económico hicieron que en el país se hiciera cada vez menos necesario poner fin al conflicto para producir".
El conflicto armado ha dejado al menos 260.000 muertos, 60.000 desaparecidos y 7,1 millones de desplazados.