Durante los conflictos armados, los hospitales y demás centros de salud se encuentran protegidos por el Derecho Internacional Humanitario.
El Político
En un escenario bélico, los ataques a nosocomios u otros recintos asistenciales son tipificados como crímenes de guerra.
Hamás, el grupo terrorista islámico que hace vida en Gaza, conoce bien tal realidad.
Por ese motivo, el movimiento utiliza la infraestructura de hospitales para proteger sus centros de operaciones.
De acuerdo con revelaciones hechas por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), la principal base de los yihadistas se encuentra situada bajo Al-Shifa.
Se trata del nosocomio más importante de la Franja de Gaza. Si bien no es el único hospital, es uno de los recintos con mayor capacidad.
Una de sus alas es la puerta de entrada al centro de operaciones que se encuentra bajo tierra.
La base también se comunica con el exterior a través de una intrincada red de túneles, construida a través de los años.
De acuerdo con expertos, poseer un centro de operaciones justo debajo de un recinto asistencial le otorga a Hamás una “ventaja táctica”.
Joe Truzman, analista de investigación del Long War Journal, considera como poco probable “que las fuerzas israelíes ataquen el hospital”.
Enia Krivine, directora senior del Programa Israel, cree, por su parte, que las FDI buscarán tomar el control del nosocomio, mediante una operación terrestre.
“Tendrán que maniobrar dentro y alrededor del hospital”, apuntó. La experta añadió que un eventual asalto al hospital Al-Shifa no estará exento de resistencia. “Hamás será reacio a perder su cobertura civil”, dijo.
Que Israel quede mal
Desde que Israel comenzó su ofensiva militar sobre posiciones terroristas en la Franja de Gaza, el movimiento ha denunciado que las FDI arremeten contra refugios y centros asistenciales.
Las Fuerzas de Defensa aclaran, sin embargo, que ningún ataque se produce sin haber comprobado que tales infraestructuras servían como refugio a comandantes, milicianos o material de guerra del grupo islamista.
Visto desde esa perspectiva, el empleo de hospitales para proteger bases terroristas cumple una doble finalidad.
Por un lado, tanto el edificio como los civiles en su interior son empleados como escudo. Por otra parte, si Israel decide atacar, la arremetida contra los recintos sanitarios permite alimentar la propaganda de Hamás.
Se trata de hacer lucir al agredido como un agresor que, sin clemencia y sin respeto por el Estado de Derecho, se salta las normas de la guerra.