José Adán Salazar Umaña, de 62 años, conocido popularmente como “Chepe Diablo”, era un sospechoso de la DEA (División Antinarcóticos de Estados Unidos) desde 2001; la agencia creía que traficaba drogas y que además lavaba dinero.
Sin embargo, fue en 2014 que el entonces presidente Barack Obama lo incluyó en la lista de grandes y peligrosos capos del crimen organizado; el listado es Kinhpin Act. Pero “Chepe Diablo” se movía por todo El Salvador sin problemas, hasta este martes que fue capturado por la policía y por un grupo especial anticorrupción que comanda el Fiscal General, Douglas Meléndez.
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Empresario próspero, oriundo de Metapán, un municipio fronterizo con Guatemala, Salazar Umaña es catalogado por la inteligencia policial como el líder del llamado cartel de Texis (referido a la población Texistepeque, al occidente de El Salvador), que controla el tráfico de droga desde Sudamérica y es dirigido a México y Estados Unidos.
Sus empresas son múltiples: Hoteles en ciudades y playas, ranchos ganaderos, equipos de futbol; comercializador de granos básicos. La única que vez que ha sido procesado por algún delito que en el mismo año que Obama lo incluyó en la tenebrosa lista, en 2014, pero fue por evasión de impuestos, lo que solucionó con pagar las multas correspondientes.
En 2015 Roberto Herrera, alias el Burro, fue condenado a 35 años de prisión por tres casos de robo agravado y por agrupaciones ilícitas, en el juzgado Especializado de Sentencia de Santa Ana, al occidente del país. El Burro y Chepe Diablo eran socios en la narcoactividad, pero de ellos nada salió a relucir.
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