La Alcaldesa de Bogotá le pide a Duque que la ayuda "aunque sea con un peso" porque no les puede pagar el arriendo. Imagenes evidencias que desplazados comienzan a regresar a su país.
El Político
La Agencia de la ONU para los Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones solicitaron a la comunidad internacional apoyar a los refugiados y migrantes venezolanos en medio de la pandemia del coronavirus covid-19 que azota al mundo.
Los desplazados y las comunidades de acogida en todo el mundo están en mayor riesgo a medida que se propaga el virus.
Acnur, junto con el personal y los colaboradores, están tomando medidas para mantenerse a salvo y seguros.
En Colombia el organismo está apoyando el trabajo de voluntarios en Medellín durante la emergencia por el covid-19.
Mientras tanto, en Venezuela la red Mujeres de Valor realizó una actividad de difusión para la prevención y el control de infecciones, con énfasis en la prevención de esta enfermedad. La actividad se hizo en la comunidad de Río Negro, en el Zulia.
La ONU está tomando medidas en Suramérica para anticiparse a una eventual propagación del coronavirus entre los inmigrantes y refugiados venezolanos que se encuentran en distintos países; en particular, creó zonas de aislamiento para los casos sospechosos.
Las primeras zonas de aislamiento fueron instaladas por la Agencia de la ONU para los Refugiados en Boa Vista, estado de Roraima, en Brasil, así como en el centro de recepción de Maicao, en Colombia, cercano a la frontera con Venezuela, comunicó a Efe la portavoz del organismo en Ginebra, Cécile Pouilly.
«Acnur, junto con organizaciones locales con las que colabora, ha establecido un espacio de aislamiento en Boa Vista para recibir a posibles casos sospechosos de coronavirus entre venezolanos refugiados e inmigrantes», precisó la portavoz.
En esa localidad brasileña hay 6.272 venezolanos que viven en lugares de acogida y las autoridades locales calculan que hay 3.500 más que viven en las calles o en asentamientos informales.
Alcaldesa de Bogotá agita el debate
La posición de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, ha agitado el espinoso debate sobre la atención a los migrantes venezolanos en Colombia. La controversia ha llegado a cuentagotas, pero estalló decididamente esta semana por cuenta de los reportes de las familias expulsadas de las pensiones que se conocen como “pagadiario” en la capital.
En medio de la debacle mundial que ha provocado la propagación del coronavirus, y la cuarentena general decretada por el Gobierno de Iván Duque hasta el próximo 13 de abril, la mayoría de los 1,7 millones de venezolanos afincados en Colombia forman parte de las poblaciones más vulnerables.
La alcaldesa, del partido progresista Alianza Verde, ha reclamado insistentemente que sean las autoridades nacionales las que atiendan a los migrantes, en un evidente pulso por recursos escasos en tiempos de crisis. “Si de algo no se puede calificar a la Alcaldía de Bogotá es de xenófoba”, se defendió apasionadamente López este jueves ante las críticas que ha recibido por esos reclamos.
La alcaldesa señaló que no es posible pagar el arriendo a las familias venezolanas y aseguró que los migrantes reciben numerosos apoyos en otros rubros como educación y alimentación. “Ya pagamos la comida, ya pagamos el nacimiento, ya pagamos el jardín, ya pagamos la escuela, ya damos empleo. Que pena que lo único que no podemos cubrir, es el arriendo. Y para eso pedimos un poquito de ayuda del Gobierno Nacional. Un peso aunque sea, uno. Porque todas estas cosas las pagan los impuestos de los bogotanos sin chistar. Llevamos tres años pagando eso, a 450.000 personas de Venezuela”, reiteró la alcaldesa.
Sus palabras, lejos de despejar la controversia, la exacerbaron. Desde diversos sectores consideran que esas declaraciones juegan peligrosamente con la xenofobia, en un país que ha mantenido una elogiada política de acogida y flexibilidad migratoria bajo una enorme presión. A la alcaldesa le reclamaron su continua referencia a una nacionalidad específica, la distinción permanente entre colombianos y venezolanos para referirse a las franjas más vulnerables de la sociedad y el énfasis de los costos que representan los extranjeros, en lugar de sus aportaciones. Sin ir muy lejos, muchos migrantes venezolanos realizan repartos a domicilio de alimentos, medicinas y otros insumos a través de diversas aplicaciones móviles.
Pero los migrantes han terminado por convertirse en el principal punto de fricción. En coordinación con el gerente presidencial para los asuntos fronterizos, Felipe Muñoz, la Alcaldía se comprometió a coordinar la entrega de 25.000 mercados adicionales este fin de semana entre la población migrante. Con fondos de Acnur y otras fuentes de cooperación internacional se entregarán más mercados. Pero el tema de los arriendos está lejos de resolverse. El Ejecutivo prohibió las expulsiones de inquilinos, pero los gobiernos locales se quejan de que es difícil implementar esa orden sobre el terreno.
Según imágenes aparecidas en las redes sociales, miles de emigrantes comienzan a regresar a Venezuela
En las antípodas ideológicas, Duque y López han debatido entre la colaboración y las tensiones en la respuesta a la pandemia. Con su simulacro de aislamiento de cinco días, Bogotá precedió la cuarentena nacional y aportó valiosa información para gestionar la crisis sanitaria. Hasta esta controversia, la alcaldesa había sido ampliamente elogiada. De hecho, fue la líder mejor evaluada en una encuesta sobre la emergencia del coronavirus de la firma Polimétrica, con una valoración del 82,2%, una amplia ventaja sobre Duque, que puntuó 61,7%.