Más de 8.100 migrantes fueron rescatados esta semana frente a las costas de Libia, unos 2.400 de ellos, este sábado, mientras crecen las dudas sobre la estrategia a seguir para luchar contra los traficantes de personas en el Mediterráneo.
Según los guardacostas italianos, alrededor de 2.400 migrantes fueron rescatados en operaciones a menudo difíciles este sábado, cuando se hallaron 14 cuerpos sin vida.
Una decena de ellos, incluidos cuatro niños, cayeron al mar cuando su lancha se llenó de agua antes del amanecer, según la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF), cuyo navío "Dignity 1″ socorrió a los supervivientes.
Las otras víctimas fueron halladas en otras lanchas, sin que se conocieran las causas de los decesos, aunque se barajan las posibilidades de muerte por ahogamiento, asfixia, quemaduras, hipotermia, deshidratación o agotamiento.
Por otro lado, el ataque de una lancha de migrantes por parte de un navío de guardacostas libios ocurrido el sábado plantea, en forma dramática, interrogantes sobre la estrategia europea de colaborar con las autoridades marítimas libias.
La tripulación del "Siem Pilot", un barco que patrulla en la zona por encargo de la agencia europea Frontex, pasó la noche rescatando a casi un millar de migrantes, la mayoría, agotados y nerviosos, que habían sido rescatados el viernes por un petrolero.
El mismo petrolero tuvo que acoger, a veces en condiciones dramáticas, a otros cientos de migrantes que llegaron el sábado a la zona a bordo de más embarcaciones improvisadas.
"Nunca vi una operación de socorro así", declaró el comandante policial Pal Erik Teigen, responsable del operativo, a un equipo de la AFP embarcado en el "Siem Pilot".
La calma del mar durante toda la semana favoreció la partida de los migrantes desde las costas libias, por lo cual los socorristas consideran que se batirá el récord de llegadas para un mes de octubre con unas 20.000 personas rescatadas.
La situación es cada vez más difícil para Italia que, tras el cierre de las fronteras de los países del norte, debe acoger en su territorio a la gran mayoría de los migrantes.
El viernes, reunidos en Roma, los ministros del Interior del "G6″ llegaron a la conclusión que la repatriación de los clandestinos y de los que no obtuvieron el asilo es "un elemento fundamental" de la política europea en materia de flujos migratorios.
La lucha contra los traficantes libios constituye el otro eje, pero la operación naval Sophia lanzada contra ellos en 2015 no ha dado resultados satisfactorios.
La Unión Europea prevé ahora formar y equipar a los guardacostas libios para apoyar ese esfuerzo.
Con información de Infobae