El Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció el despliegue de varios cazas F-35 y F-16 en Medio Oriente, además de un destructor USS Thomas Hudner, en respuesta a las acciones de Irán en el Estrecho de Ormuz.
El Político
Sabrina Singh, subsecretaria de prensa del Pentágono, precisó en una rueda de prensa que el despliegue militar busca "defender los intereses de EE.UU. y salvaguardar la libertad de navegación en la región".
Las acciones del Pentágono tienen lugar tras el intento de toma de algunos buques mercantes el Estrecho de Ormuz y el Golfo de Omán a principios de julio por parte de la armada iraní. Estos hechos obligaron a la marina estadounidense a intervenir debido a que la contraparte abrió fuego contra el petrolero Richmond Voyager en un intento de acercamiento.
"Hacemos un llamamiento a Irán para que cese inmediatamente estas acciones desestabilizadoras que amenazan el libre flujo del comercio a través de esta vía fluvial estratégica de la que el mundo depende para más de una quinta parte del suministro mundial de petróleo", exhortó la subsecretaria de prensa del Pentágono.
Menos esperanzas para acuerdo clave
Este aumento de tensiones ocurre poco después de que trascendiera que ambas naciones estaban discutiendo cómo llegar a un acuerdo informal con respecto al programa de enriquecimiento nuclear iraní. Washington considera que Teherán debería limitarlo considerablemente, para que no haya riesgo de que desarrolle una bomba nuclear.
De hecho, el acuerdo nuclear con Irán de 2015 es uno de los temas que Estados Unidos tiene aún en tratamiento en materia de política internacional y que mantendría en suspenso la mejoría de las relaciones entre ambos países. También conocido como Plan de Acción Integral Conjunto, Estados Unidos se retiró en 2018, por orden de Donald Trump, quien lo veía como insuficiente. El tratado propone que Irán limite su programa nuclear en contraprestación de un alivio de sanciones por parte de Washington.
Las conversaciones recientes se han llevado a cabo a puerta cerrada. Oficialmente, para el gobierno de EE.UU. el tema podría esperar. El portavoz del Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca, John Kirby, quien manifestó en junio que que el acuerdo no es prioridad y que Irán no está negociando de buena fe, además de no mostrar "inclinación de encaminarse en esa dirección", según reseña la Voz de América.
Kirby sustenta la postura de la actual administración en la posición de Irán con relación al conflicto ruso-ucraniano, en adición al enriquecimiento de uranio mediante centrífugas más avanzadas. Ahora, la nueva tensión hace que la posibilidad de un acuerdo, formal o no, luzca más remoto.