No son amarillos ni tienen algo que ver con los Beatles, pero los narcosubmarinos colombianos han resultado la mejor vía para distribuir drogas en el mundo, sin involucrar a muchas personas, pues incluso algunos están teledirigidos por sofisticados sistemas.
El Político
Las organizaciones criminales latinoamericanas entendieron que el método reduce los gastos que asumen, evitando gran parte de la logística que significa enviar cocaína al exterior.
La venta de narcosubmarinos aumentó a medida que avanzaba la pandemia de la COVID-19. Sin embargo, las autoridades colombianas y estadounidenses han desarticulado organizaciones dedicadas a la construcción de los aparatos.
Es un nuevo negocio
Los narcos colombianos han subcontratado a otras organizaciones para la construcción de estas embarcaciones pues con ellas evitan lidiar con la logística necesaria para mover cargas al extranjero.
La Fiscalía General, la Armada Colombiana y la DEA en noviembre detuvieron a 11 sujetos pertenecientes a una organización especializada en la fabricación y la venta de narcosubmarinos especializados para el tráfico de cocaína.
La red operaba en los departamentos del Cauca, Valle del Cauca, Nariño y Chocó, donde los sindicados conseguían los materiales de construcción y elaboraban las embarcaciones.
Desde allí también coordinaban la logística con los distintos grupos para transportar la droga al exterior, principalmente a México.
A través de una nota de prensa de la Armada Colombiana, la red mantenía un convenio con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), en virtud del cual el grupo criminal brindaba seguridad en zonas rurales a lo largo del río Cucurrupí en el norte de Colombia, donde fabrican los submarinos.
El comunicado también señala que los constructores de narcosubmarinos alcanzaron la fama suficiente para ser considerados por grupos criminales en México y Guatemala como sus proveedores de estas naves.
Negocios bajo el agua
Las organizaciones criminales latinoamericanas evitan tener que manejar toda la logística que significa enviar cocaína al exterior.
El almirante Hernando Mattos, comandante de la Fuerza de Tarea Antinarcóticos Poseidón de la Armada, dijo al diario El Tiempo que «no es raro encontrar que se transporten drogas de dos o tres redes en un … submarino para que puedan cubrir conjuntamente el envío y los costos de estos buques, que pueden alcanzar hasta $1 millón.
La lucha anti submarinos
En agosto de 2018, la policía colombiana desmanteló una red dedicada a la fabricación de semisumergibles para el tráfico de cocaína desde la Costa del Pacífico colombiano hasta Centroamérica y Estados Unidos.
Este grupo específicamente había, incluso, mantenido contactos con el Cártel de Sinaloa, uno de los más poderosos de México.
Los narcosubmarinos son un pilar actual del crimen organizado colombiano. En 2019, se confiscaron 23 de esos buques . Y entre enero y agosto de 2020, se incautaron 27 entre la costa colombiana y aguas internacionales.
Un informe de 2018 de Univision indicó que la Guardia Costera de EE.UU. solo incautó una cuarta parte de las drogas transportadas por submarinos, ya que no pueden ser detectadas por radar. Según el informe, los barcos están cubiertos por una capa de plomo y los gases de escape se enfrían antes de ser liberados, lo que ayuda a evitar la detección por sensores infrarrojos en los barcos patrulleros.
Fabricación masiva
La intrincada selva tropical colombiana, y los grandes rios facilitan la fabricación artesanal de submarinos que son usados para mover la droga por el mar. Se construyen en talleres caseros lo que los hace un transporte barato.
La droga se mueve debajo del mar y en 2019 hubo un aumento de “incidentes” de submarinos relacionados con el tráfico de estupefacientes.
“El 2019 produjo una cosecha abundante de narcosubmarinos y parece que continuará en 2020”, de acuerdo con un reporte del analista de defensa Hi Sutton.
Tanto Benítez como Sutton coinciden en que los viajes de estas naves provienen principalmente de Colombia, para mover la droga por el Pacífico hacia México y Estados Unidos y por el mar Caribe y el Atlántico hacia Europa.
Apenas el 24 de agosto, el Cártel Jalisco Nueva Generación recibió un golpe de la autoridad colombiana al decomisarle un narcosubmarino artesanal valuado en USD 1.2 millones que pretendía llevar a Jalisco un cargamento de cocaína valuado en USD 18.6 millones.
Ligeros y difíciles de detectar
En Colombia el uso de los narcosubmarinos no es nuevo, por el contrario, comenzó a ser implementado a finales de la década del 90 como forma de transporte de grandes cantidades de droga, en especial por las costa del pacífico, hacia Centroamérica e incluso los Estados Unidos.
Las naves son diseñadas específicamente para ayudar a los carteles de la droga, en especial sudamericanos, para transportar sus mercancías por los océanos y lograr introducirla principalmente a Estados Unidos.
Se trata de vehículos semisumergibles fabricados con fibra de vidrio que pueden navegar hasta 10 horas entre 5 y 6 metros bajo el agua, describe Raúl Benítez, especialista en seguridad consultado por Infobae México.
Su capacidad puede llegar hasta las 5 toneladas y ser operados por 2 o 3 tripulantes, quienes viajan con una dotación de alimentos para moverse principalmente entre la oscuridad de la noche y salir a la superficie únicamente para tomar aire fresco, añade Benítez.
¿Por qué son de fibra de vidrio?
Al ser fabricados con fibra de vidrio, son ligeros, lo que permite a algunos modelos a moverse como lanchas rápidas pero debajo del agua.
Son ligeros para poder escapar de los sistemas de detección, de ahí que naveguen a poca profundidad. Viajan como si fuera un cocodrilo, no se sumergen totalmente y ahí una de sus ventajas: “Eso es suficiente para hacerlos extremadamente difíciles de ver”, considera Sutton.
Y aunque parecen iguales a simple vista, estos artesanos de las embarcaciones de la droga ponen su toque.
“Las opciones de diseño sutiles actúan como una huella digital para conectar los incidentes notificados por separado”, explica Sutton.
Cuatro tipos
El analista de defensa y especialista en submarinos, HI Sutton, ha realizado una caracterización detallada de los submarinos utilizados por los narcotraficantes.
La taxonomía o caracterización de Sutton muestra semisumergibles con diferentes diseños y capacidades. Sutton las define como embarcaciones de bajo perfil o LPV por sus siglas en inglés.
- Semisumergibles autopropulsados o los SPSS. Son de los más utilizados en la historia del movimiento de droga por mar.
- LPV-OM Embarcación de bajo perfil con motor fueraborda. Son más parecidos a lanchas rápidas pero la diferencia es que corren bajo el agua.
- LPV-IM Embarcación de perfil bajo con motor interior. Buque de perfil bajo con motor interno, recipiente muy delgado.
- Buque completamente sumergible. Incluye tanto verdaderos submarinos como ‘submarinos de snorkel’ que mantienen un mástil sobre el agua.
Fuente: InsightCrime / Semana