"Los civiles que han tomado fusiles para defenderse de criminales en el occidental estado mexicano Michoacán no las depondrán", aseguró el “Comandante Toro”, según difundió Lta.Reuters
El Político
Ante la creciente violencia desatada por organizaciones delictivas que buscan controlar el mercado de drogas sintéticas y otros ilícitos., dijo que reavivan sus operaciones.
Germán Ramírez, “Toro”, es un exprofesor de una escuela rural en la comunidad de Santa María Ostula, una empobrecida comunidad con una buena parte de su población indígena, situada en el municipio de Aquila, en el oeste de Michoacán.
Ramírez, luego de que presuntos sicarios secuestraron y mataron a tiros a su padre hace seis años, tuvo que enfocarse en una nueva vocación como líder autodefensa para ayudar a su comunidad a luchar contra grupos criminales que pelean por el control del mercado de drogas sintéticas, otros narcóticos, tala clandestina, tráfico de minerales y otros ilícitos.
Señaló lo siguiente: “Cada vez que matan a alguien hay más familias enojadas”. Así es como las personas toman las armas y nuestras fuerzas aumentan. Esto es lo que está sucediendo”, agregó.
La estrategia de seguridad del presidente Andrés Manuel López Obrador para reducir niveles récord de violencia, ha mostrado serias deficiencias. Esto se ve con el resurgimiento de decenas de los llamados grupos de autodefensas, que tomaron notoriedad hace unos años.
Según informaciones oficiales, de enero a junio en México se cometieron 17,614 homicidios, cifra que apunta a superar el número récord de muertes violentas del año pasado. De estos delitos, 809 ocurrieron en Michoacán y un 13% más de los casos registrados en ese estado en el mismo período de 2018.
Solo para cuidar carreteras de Santa María Ostula y accesos a comunidades cercanas, según Ramírez, cuenta con unos 200 civiles armados. El comandante, cargo que obtuvo por usos y costumbres, asegura que a diferencia de los criminales contra quienes pelean, ellos no matan y prefieren expulsarlos del pueblo.
El hombre comentó que en esta zona "rara vez" entra la policía local como en otras zonas rurales de Michoacán. Autoridades federales no respondieron de inmediato a solicitudes de información de Reuters sobre el tema.
Con la promesa de dar amnistía a integrantes de grupos delictivos dispuestos a abandonar las filas como una nueva estrategia poco clara, para reducir los niveles de violencia sin tener que recurrir a fuertes confrontaciones, López Obrador asumió la presidencia en diciembre.
A partir de ese momento, su gobierno ha enviado mensajes mixtos sobre cómo tratará con los grupos de autodefensas, que no siempre se distinguen de las organizaciones delictivas.
“El gobierno solo está preocupado por desarmarnos”, dijo Héctor Zepeda, alias “Comandante Teto”, líder de otro grupo de autodefensa en el municipio de Coahuayana, a unos 50 kilómetros de Aquila.
Para “Toro”, algunos miembros de autodefensas se desviaron de su camino, tanto al sumarse a las filas de la delincuencia como aceptando un cargo en el gobierno.
Indicó que ahora tienen que lidiar con las pandillas criminales que intentan controlar puertos como Manzanillo y Lázaro Cárdenas”, dijo Ramírez, “ahora vienen detrás de nosotros”.
Las redes sociales divulgaron ampliamente imágenes de grupos de autodefensas luchando por contener fuerzas del CJNG que intentan ingresar a Tepalcatepec, Michoacán. Fotos y videos mostraban cadáveres ensangrentados de hombres vestidos como soldados dentro de camionetas. En los videos se podían escuchar disparos.
Desde su guarida, Ramírez señaló: “Si entregamos nuestras armas, nos van a matar”. Los autodefensas dicen que las promesas del presidente se están cayendo.
Con información de: Lta.reuters